Alberto Núñez Feijóo está exultante con las encuestas. Parece mentira que, con su larga experiencia política...
Alberto Núñez Feijóo está exultante con las encuestas. Parece mentira que, con su larga experiencia política, el líder popular no se dé cuenta de que los sondeos pueden resultar pasajeros y cambiantes. Además, una cosa son los comicios municipales y otra muy distinta las elecciones generales.
En los Ayuntamientos, sobre todo en los pequeños, la gente tiene conciencia clara de cómo lo ha hecho el alcalde y, en muchos casos, vota al margen de los partidos. Si el alcalde lo ha hecho bien, le reiteran el apoyo en las urnas. Si lo ha hecho mal, se inclinan por otro nombre. Los grandes temas de la unidad territorial de España, de las concesiones a los secesionistas, de la condescendencia con los malversadores, juegan poco. Lo que importa es el crédito o el descrédito del alcalde o del presidente de la Comunidad. Claro que tienen importancia los partidos. Pero disminuido.
Extender a las generales lo que sucede en las municipales es un ejercicio sin base científica. Alberto Núñez Feijóo no puede caer en la trampa cuando además falta demasiado tiempo para las autonómicas y municipales y no digamos para las generales. Pedro Sánchez está empleando todos los recursos del Estado, incluso las ayudas europeas, para atraer innumerables votos. Para atraerse o, como asegura un comentarista sagaz, para comprar esos votos de forma descarada. Hay adolescentes y niñas de 18 años emocionadas porque Pedro Sánchez les ha otorgado 400 euros para ir al teatro, al cine o a los conciertos.
Que se tiente la ropa Alberto Núñez Feijóo y que se disponga a trabajar con dureza y tenacidad si no quiere encontrarse el día electoral con que las encuestas se le tornan desfavorables en el único sondeo real que existe: el de las urnas.