Los dos aviones con ayuda para
Turquía después del fuerte terremoto que sacudió a este país, que partieron a última hora de la tarde de ayer desde España, aterrizarán a lo largo de esta mañana en la base militar de
Adana, ya que por problemas de tráfico aéreo no pudieron hacerlo en el aeropuerto de esa ciudad y fueron desviados hasta Anatolia.
Además de esos dos aviones del Ejército del Aire con más de 90 efectivos de los bomberos de la Comunidad de Madrid y de la Unidad Militar de Emergencias (UME), dos barcos españoles, el Juan Carlos I y el Galicia, que se encuentran desplegados en el Mediterráneo, navegan ya hacia la zona para ofrecer su ayuda "con sus infantes de marina y todo el material que sea necesario".
Así lo ha asegurado, en declaraciones a Telecinco, la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien ha calificado la situación de "caótica", lo que hace que las autoridades turcas estén "un poco sobrepasadas".
Robles ha incidido, asimismo, en la "terrible" situación que se vive en Siria, que también fue sacudida por el fuerte terremoto y donde la ciudad de Alepo, destruida ya durante la guerra, "se está viniendo abajo". En ese país, según ha precisado, la ayuda internacional es más complicada.
La ministra ha explicado que los dos aviones salieron ayer sobre las 20,30 horas -uno desde Morón (Sevilla) y otro desde Madrid- con 56 miembros de la UME y 35 efectivos del Equipo de Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (CAM), formado por Bomberos de la CAM, del SUMMA112 y de la Escuela Española de Salvamento
Los militares españoles desplegados en Adana también están ayudando en las tareas de rescate y han ofrecido sus instalaciones. Los dos buques que ya navegan hacia la zona se ofrecerán para alojar a la población afectada, además de ayudar con los equipos médicos que llevan a bordo. La ministra ha recordado que la UME está también en Chile, donde los virulentos fuegos han destruido cerca de 300.000 hectáreas y más de un millar de viviendas en el centro y sur del país y han provocado 26 fallecidos.