La cara dura de Sánchez por alardear de dar la cara

En la sesión de control al Gobierno se ha comprobado que la decadencia de Pedro Sánchez es una realidad, que sus piruetas para negar los problemas que sufre España no funcionan, que ya ni es capaz de complacer a sus socios de Gobierno y legislatura, que su dialéctica de autobombo en plena crisis política solo provoca la rechifla general. El momento más esperpéntico se ha producido cuando ha insistido en pavonearse de que “doy la cara y cuando hay un problema me empeño en resolverlo”. El Hemiciclo en pleno ha estallado en una monumental carcajada.

Pedro Sánchez está pagando todos sus errores en vísperas electorales. Se ha quedado solo frente la amenaza de unas urnas que pueden aniquilar su carrera política. Sus socios de Gobierno y legislatura le denigran en público y en privado. El fiasco de la ley del “solo sí es sí” le ha estallado en la cara y ha resquebrajado la coalición de Gobierno. Aunque no se romperá por el interés de Podemos en mantener las poltronas y encauzar las campañas electorales desde el Consejo de Ministros.

En la sesión de control al Gobierno se ha producido una unanimidad sin precedentes. Todos los grupos políticos han zarandeado a Pedro Sánchez. Y, como le recriminó Cuca Gamarra en relación con la ley del “solo sí es sí”, “el Gobierno se descompone porque su prioridad no es defender a las mujeres, sino protegerse a sí mismo”. Y así es. Durante cuatro largos meses, el presidente del Gobierno ha defendido la ley por tratarse de un avance histórico del feminismo y ahora quiere reformarla hasta la médula. Y es que, como decíamos en nuestro último editorial, las encuestas coinciden en señalar este fiasco como el principal motivo del desplome del PSOE. Después de anunciar la reforma de la polémica ley, hay que tener la cara muy dura para decir que “doy la cara”.

Pedro Sánchez, en fin, ha vuelto a eludir las preguntas de los grupos parlamentarios con su argumento más recurrente: atacar a la Oposición y alardear de los muchos éxitos de su Gobierno. Pero ha abandonado el Hemiciclo cabizbajo y por sus muecas se ha podido comprobar que está aterrado por el desplome del PSOE y la descomposición de su Gobierno.