Eurocopa 2024. Sólo un golazo de Pavard rescata a Francia en Irlanda

Se desperezó Francia hace días de la pesadilla vivida en la final del Mundial de Catar. Lo hizo con goleada ante los Países Bajos -equipo en el que algunas de sus piezas fundamentales causaron baja, literalmente, por un pollo al curry-, en el debut en la fase de clasificación para la Eurocopa 2024. Le metieron un 4-0 redondo a los neerlandeses. Y con esa euforia deshicieron las maletas este lunes en el Aviva Stadium de Dublín. Y ahí se han encontrado con la realidad.

Hace tiempo que se conoce el fútbol de la selección gala. Sus virtudes y sus defectos. Va a competir siempre con sentido colectivo defensivo, bien ordenado. Cuesta hacerle goles y generarle peligro si están concentrados. Y en ataque dependen mucho de la inspiración de su tridente: Antoine Griezmann, Olivier Giroud y, sobre todo, Kylian Mbappé. Si ninguno de estos tres atacantes luce por su cuenta, se desatan los problemas. En este anochecer se comprobaría de nuevo.

A Irlanda le bastó con agruparse con cohesión e intensidad para complicar el viaje a la favorita. Negó todas las puertas a la densa ofensiva visitante hasta el punto de no permitirle tiro a puerta alguno en la primera mitad. El ardor y el rigor tácticos, y el músculo del centro del campo, evidenciaron las carencias creativas de Rabiot y de un Eduardo Camavinga que fue titular en el mediocentro. También se ha ganado esa condición en Madrid.

On en parle de CET arrêt !? 🔥

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— Equipe de France ⭐⭐ (@equipedefrance) March 27, 2023

La inclusión de Kolo Muani tampoco ayudó al desatasco francés. Eso sí, una internada acelerada del jugador del Eintracht, en el minuto 9, supuso toda la inquietud del meta Bazunu antes del descanso. No se mostró fresco Mbappé y Griezmann tampoco resplandeció en la creación, así que el camino a vestuarios se encaró con un 'centrocampismo' muy cercano al bostezo.

En la reanudación, cuando parecía que nada había modificado la inercia, emergió Benjamin Pavard. El lateral del Bayern, que es suplente de Jules Koundé, recuperó la pelota en la frontal del área irlandesa y descerrajó un cañonazo de diestra que se coló tras golpear en el larguero -minuto 50-. Un golazo en el primer disparo entre palos de su delegación.

Con ventaja gracias a una jugada aislada, Deschamps probó de todo para flexibilizar a su orquesta. Incluyó a Moussa Diaby, quien filtró un chut, al igual que Rabiot, para el lucimiento del portero Bazunu. Pero ahí se secó la escueta producción francesa. Y los locales leyeron sus opciones para dar un paso al frente en el desenlace. Empujaron con fuerza y convicción, llegando a provocar que los galos pidieran la hora. Molumby se destacó en el desborde y Maignan rescató a los suyos. Con una parada a remate de Browne -minuto 85- y un vuelo ante el latigazo de Colins -minuto 90-. Para salvaguardar el liderato de Francia. Ese bloque industrial que gana sin piedad.