Sánchez, el experto en pucherazos, responsable de la compra de votos del PSOE

Los responsables de la compra de votos en Mojácar no son más que fieles imitadores del fraude electoral que Pedro Sánchez intentó en el Comité Federal del PSOE en octubre de 2016. Conviene recordar, que el actual presidente del Gobierno sabía que iba a perder la votación para mantenerse como secretario general del partido. Y junto con su fiel escudero, César Luena, urdió una trampa. Primero, quiso impedir cualquier tipo de votación entorpeciendo el debate y cuando fracasó en su maniobra intentó un burdo pucherazo. Colocó una urna escondida detrás de un biombo para llenarla de papeletas falsas en un intento de dar un pucherazo. Fue descubierto y, al final, salió a patadas y derrotado.

Esto ya es historia. Una historia que demuestra que Pedro Sánchez es capaz de despreciar la democracia cuando, ahora también, sabe que va a perder. Es capaz de cometer fraude electoral para amarrar el poder, para no ser arrollado en las urnas después de su nefasto Gobierno de coalición. No es casual, que el PSOE de Mojácar sea de los feudos más fieles al líder del partido y que el ministro Bolaños y el portavoz Patxi López hayan acudido al pueblo almeriense a arropar a su candidato. Y no es casual que los detenidos por fraude electoral ofrecieran empleo público y dinero a inmigrantes para comprar su voto por 200 euros. Mientras, Sánchez reparte en cada mitin los llamados cheques-voto a costa de los presupuestos generales del Estado.

Muchos medios de comunicación, como El Imparcial, llevan tiempo alertando del riesgo de que Pedro Sánchez jugara sucio para no ser arrollado en las urnas. Y lo ha hecho. Ha utilizado las Instituciones del Estado asaltadas, como el CIS, para manipular a la opinión pública. Pero la burda maniobra de la compra de votos por Correo supera en indecencia a la urna camuflada tras un biombo en el Comité Federal de 2016. Lo inquietante, sin embargo, es que ni el líder del PSOE ni los principales dirigentes hayan sido capaces de dar alguna explicación sobre la existencia de la trama de la compra de votos. Sánchez ni siquiera ha aludido al escándalo que le salpica directamente y sigue adelante con su campaña de insultos al PP como si no hubiera pasado nada.

Este escándalo, como el de Melilla, han enturbiado las elecciones del 28-M. Porque ha quedado demostrado que Sánchez no es de fiar. Durante toda la legislatura, ha "comprado" los votos de Bildu y ERC para mantenerse en La Moncloa. Incluso, ha sido capaz de indultar a los secesionistas catalanes condenados por intentar dar un golpe de Estado. Y no hay que descartar que permita celebrar referendos sobre la independencia de Cataluña y el País Vasco, en el hipotético caso que ganara las elecciones generales. Ha pisoteado la democracia y despreciado la Constitución desde que está en el poder. La trama de la compra de votos en Mojácar puede ser solo la punta del iceberg. Y como secretario general del partido es el máximo responsable. ¿Quién se creerá ahora la limpieza en las elecciones si gana el PSOE?