A pesar del despliegue personal de Pedro Sánchez; a pesar del PSOE, de Yolanda Díaz, de...
A pesar del despliegue personal de Pedro Sánchez; a pesar del PSOE, de Yolanda Díaz, de Podemos, del Partido Comunista, de Ciudadanos, de Más Madrid y de Vox, todos ellos disparados contra Isabel Díaz Ayuso; a pesar de las sospechas de maniobras en el voto por correo; a pesar del voto rogado desde el extranjero; a pesar, en fin, del despliegue hostil de los medios de comunicación afines al Partido Socialista, Isabel Díaz Ayuso se ha encaramado en la mayoría absoluta convirtiéndose en la gran triunfadora de las elecciones.
Estamos ante una mujer con un notable carisma público. Es sencilla, espontánea, solidaria, inteligente, culta, elegante y atractiva, pero no demasiado. Y ahí radica posiblemente su popularidad. Isabel Díaz Ayuso ha demostrado, además, ser una excelente gestora y una mujer muy trabajadora, que ha sabido rodearse de un excelente equipo. La gran política del líder o de la lideresa deriva de la autoridad que llama y cuenta con la gente competente y capaz.
La voz pública, siempre tan penetrante, sabe que detrás del éxito de la presidenta está Miguel Ángel Rodríguez, peso pesado del Partido Popular desde tiempos de José María Aznar y hombre de extraordinaria sagacidad. Manteniéndose siempre en un segundo plano, ha puesto su dilatada experiencia al servicio de Isabel Díaz Ayuso y del PP. En la clase política se comenta de forma habitual el acierto de sus consejos y su capacidad para la anticipación y la previsión.
En todo caso, está claro que la opinión pública madrileña ha puesto sus ojos en Isabel Díaz Ayuso, la ha confirmado en la presidencia de la capital de España y ha robustecido su posición convirtiéndola en la gran triunfadora de las elecciones que acaban de celebrarse, derrotando a todos y de forma especial a Pedro Sánchez, puesto que el gran perdedor de las elecciones autonómicas y municipales ha sido el presidente del Gobierno.