Dolores Delgado, la nueva fiscal de la Memoria Democrática se prepara para la campaña electoral

Con la inmensa mayoría del Consejo Fiscal en contra y, en medio de un escándalo sin precedentes en la Institución, el nuevo fiscal general, Álvaro García Ortiz, el que fuera el dócil lacayo de Dolores Delgado, ha cumplido dócilmente las órdenes de Pedro Sánchez y ha nombrado a su antecesora, la mismísima Dolores Delgado, la nueva fiscal encargada de la Memoria Democrática. Se trata de una nueva y brutal patada del presidente del Gobierno a la independencia judicial y el asalto se produce a mes y medio del 23-J, quizás su despedida del poder.

La agraciada con el cargo es una de las mayores expertas en usar las puertas giratorias: pasó de un día para otro de ministra de Justicia a fiscal general del Estado y, ahora, de nuevo se salta todos los requisitos para asaltar ese nuevo cargo que le servirá para hurgar en las cunetas en busca de supuestas víctimas del franquismo. No hay que descartar que encuentren a un lejano antepasado de algún candidato del PP como responsable de “las matanzas de la dictadura”. Aunque, no es probable que excave en Paracuellos del Jarama.

La cacicada de Sánchez es de tal calibre, que tanto los seis vocales de la Asociación de Fiscales, mayoritaria en el consejo, como el vocal de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) se han mostrado en contra del nombramiento de Delgado y han decidido no participar ni en la votación ni en el debate. El Consejo Fiscal está formado por seis miembros de la Asociación de Fiscales, mayoritaria y de carácter conservador, dos de la Unión Progresista de Fiscales, de carácter progresista, y uno de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF), que también se ha opuesto estos días al nombramiento señalando el conflicto de intereses que suponen las actividades jurídicas de la pareja de Delgado, el exjuez Baltasar Garzón, con este cargo. La propuesta del fiscal general debe ser refrendada en Consejo de Ministros. Pero nadie duda de que en la próxima reunión del Ejecutivo, el nombramiento saldrá adelante con una cerrada ovación de los presentes. Puede ser el último asalto de Pedro Sánchez a la Justicia. Y puede ser un elemento fundamental para que Dolores Delgado intervenga en la campaña electoral con el propósito de atacar al PP.