A la derecha del PP se la llama extrema derecha. A la izquierda del PSOE no se la llama extrema izquierda...
A la derecha del Partido Popular se la llama extrema derecha. A la izquierda del Partido Socialista no se la llama extrema izquierda, sino agrupaciones y partidos a la izquierda del PSOE.
El principal partido de la extrema izquierda es el Partido Comunista, que se enmascaró, tras la caída del Muro de Berlín, en Izquierda Unida y ahora en Sumar. A lo largo de casi medio siglo de política democrática en España, el PC no consiguió acceder al Gobierno hasta que la inteligencia y la sagacidad de Pablo Iglesias se impuso a Pedro Sánchez y exigió una vicepresidencia y cuatro ministerios para respaldar en el Congreso de los Diputados al líder de los socialistas.
Pablo Iglesias tuvo además la generosidad, al dejar la política directa, de trasvasar a Yolanda Díaz el liderazgo de la alianza entre comunistas y podemitas. Yolanda Díaz traicionó de forma miserable al líder podemita y desde el primer momento organizó la plataforma Sumar para diluir a Podemos en beneficio de Pedro Sánchez.
Pablo Iglesias, que en su día sumó 5.500.000 votos, pudo decidir jugar solo. Yo aposté reiteradamente que no lo haría y que, a pesar de la traición, se terminaría produciendo el acuerdo entre Sumar y Podemos. La ley d’Hondt tiene sus exigencias y Pablo Iglesias sabía que era un error que las izquierdas se presentaran desunidas ante las urnas.
A pesar de las deslealtades políticas, de las miserias humanas, de los estúpidos desdenes y las cicaterías mezquinas, era una crónica anunciada que Sumar y Podemos se unirían. Y así ha sido, si bien las navajas cachicuernas brillan en lo alto y se pueden esperar carnicerías antes de que las naves atormentadas lleguen al puerto del 23 de julio.