Recuerdo de un maestro
Enrique Aguilar
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enrique_aguilarucaeduar/15/15/19/23
miércoles 07 de enero de 2009, 22:25h
Hace pocos días hubiera cumplido ochenta años D. José Luis de Imaz, sociólogo argentino de renombre internacional que nos dejó el pasado 2008 tras enfrentar con entereza serios problemas de salud. En esa oportunidad, en un boletín universitario (“UCActualidad”, Núm. 114), le dediqué unas palabras que reproduzco aquí parcialmente.
Fue hombre extraordinario. Luchador infatigable, su vida estuvo regida por el entusiasmo, que lo ayudó a sobreponerse de dolorosas pérdidas y amargas decepciones. Una rara avis, también, en un medio donde la mezquindad y la presunción pueden más a veces que el diálogo fraterno, la modestia y el afán de colaboración. Fue todas esas cosas: fraterno, modesto, colaborador. Un maestro en todo sentido, con una enorme capacidad de transmisión y una limpieza de alma rayana en la inocencia. Al escucharlo, el interlocutor sentía estar frente a un sabio. Por su prodigiosa memoria, su inconmensurable erudición y, desde luego, por el tenor de sus reflexiones. Para mejor, hablaba como escribía: impecablemente, con la precisión y la fineza que su dominio de la lengua le permitía.
Su obra más divulgada y traducida, Los que mandan, se publicó en 1964. Se trató de un verdadero hito de las ciencias sociales en Argentina, donde se abordaba la composición de los distintos grupos dirigentes con una aproximación que combinaba métodos cuantitativos y cualitativos. La conclusión resultaba insospechada: la Argentina carecía de una clase dirigente auténtica y “el costo directo, inmediato”, afirmaba el autor, lo pagaba “la sociedad toda”. Cuarenta y cinco años después, la estructura de esos grupos se ha mantenido intacta o ha cambiado en parte o totalmente. Sin embargo, aquella conclusión no parece haber perdido su vigencia.
Ahora bien, aunque eminentemente sociológica, la obra de José Luis de Imaz trascendió las categorías académicas sin verse nunca menoscabada por la diversidad de temas y disciplinas que abordó. Promediando los cuarenta, Nosotros mañana, Los hundidos, Sobre la identidad iberoamericana, Las raíces del pensar, Soliloquios de un caminante… son títulos capaces de superar las fronteras artificiales que a menudo se trazan entre las distintas ramas del saber conspirando contra su saludable integración. Es que Imaz fue un humanista de cuerpo entero. Destaco de él asimismo su lealtad (con los demás y consigo mismo), su probado compromiso con su tiempo, su profunda comprensión de la realidad y su reflexión mesurada que lo situó siempre, parafraseando a Raymond Aron, “entre aquellos que saben combatir sin odios y que se niegan a ver en las luchas del Foro el secreto del destino humano”.
Cariño, admiración, estos son los sentimientos que supo cosechar de varias generaciones de docentes e investigadores que arrastran con Imaz una deuda abrumadora. En esta Argentina atribulada, su partida nos afligió doblemente. No pudimos celebrar sus ochenta años. Su recuerdo, sin embargo, permanece imborrable.
Politólogo
ENRIQUE AGUILAR es director del Instituto de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica Argentina
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