Lanzando cañones sobre Israel

La mayoría de los periodistas –si no todos – metemos la pata hasta el fondo en algún punto de nuestro camino periodístico; y yo, he de confesar, que me acabo de encontrar en uno de estos dolorosos puntos en mi camino. Como hija y hermana de artilleros debería avergonzarme, sacar la fusta, y darme un par de fustazos, por burra, bruta y necia. Prestadme vuestro oído más piadoso, y permitid que confiese mi culpa. Obús. Sí, se trata de los obuses; quizás recordéis: “[…] ¿Es que aprueban los obuses que Hamas lleva al menos 5 años lanzando a diario sobre ciudades israelitas […]” Bien, al día siguiente de la publicación de mi última columna, me llamó mi padre artillero (es arquitecto pero fue artillero en la mili) para decirme con voz tranquila: ‘hija, no se pueden lanzar obuses, a no ser que uses un avión y los lances con paracaídas para no dejarlos estrellarse contra el suelo’. Resulta que los técnicos del armamento se enfadan mucho al oír a alguien decir: ‘lanzaron un obús’, porque el obús es una ‘pieza de artillería de menor longitud que el cañón en relación a su calibre.’ (según D.R.A.E.), y no un proyectil. Por otra parte, y según leo en el diccionario de Maria Moliner, a lo largo de los siglos (ya en Francia en el s. XVIII) ha sucedido una traslación semántica con esta polémica palabra (que enfada a los técnicos), por lo que también significa: ‘Proyectil disparado por una pieza de artillería de grueso calibre’. ¡Ah! Esto expía mi culpa, y aunque necia respecto al tema de armamento militar, no he metido la pata tan al fondo como parecía en un primer momento. Lo cierto es que no tengo una idea exacta de qué tipo de proyectiles son los que los terroristas islamistas de Hamas lanzan sobre Israel desde hace un lustro, pero sería bastante tragicómico ver el cielo sobre Israel lleno de cañones en caída libre que aterrizan sobre las cabezas de los israelitas. Quizás ahora con los nuevos y esperanzadores tiempos de Barack Hussein Obama el Salvador del Mundo, Hamas deje de lanzar insistentemente cañones y proyectiles sobre Israel, para así liberar a los judíos y a los Palestinos del mayor obstáculo en la pacífica convivencia de dos estados vecinos que son o pueden llegar a ser democráticos.