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Un día en la vida de Iván Denísovich

Antonio López Vega
sábado 31 de enero de 2009, 16:53h
El próximo mes de noviembre se cumplen veinte años de la caída del Muro de Berlín y, con él, del fin de la Guerra Fría. Con el derrumbamiento del Bloque Soviético que llegaba hasta la península de Kamchatka donde el Estrecho de Bering ponía mar de por medio entre los dos enemigos, Estados Unidos y la Unión Soviética, se ponía fin a setenta años de terror totalitario en Rusia y los países satélites del Este de Europa.

Curiosamente, Alexandr Solzhenitsyn había nacido en 1918, al poco de estallar la Revolución Bolchevique. Perseguido por denunciar las vejaciones a las que eran sometidas millones de personas, estremeció al mundo con Archipiélago Gulag. Finalizada en 1967, esta memorable obra tuvo que esperar a 1973 para ser publicada en Francia (en español apareció en 1975), por la persecución y censura a la que se vio sometida. En ella Solzhenitsyn narraba con todo lujo de detalles el desprecio del régimen soviético por la vida y libertad humanas. Cuando aún quedaban intelectuales y políticos fascinados por la utopía socialista en el Bloque Occidental, aquella desgarradora obra y su autor, que había obtenido el Premio Nobel de Literatura en 1970, ponían el dedo en la llaga de aquellos que no querían ver lo que estaba sucediendo al otro lado del Telón de Acero. Junto a los 6 millones de judíos exterminados de manera atroz por el régimen nazi, el siglo XX asistía impasible a la eliminación de varias decenas de millones de víctimas de la ideología soviética. Las purgas estalinistas de finales de los treinta, Katyn, los Gulags y un largo etcétera de estremecedores episodios, eran los eslabones del aparato de represión, persecución y asesinato en serie del régimen de la hoz y el martillo.

Aparece ahora en español Un día en la vida de Iván Denísovich, escrita por el autor a comienzos de los cincuenta durante su estancia en el campo de trabajo de Ekibastuz (Kazajistán), en el sur de la estepa siberiana. Paradojas de la historia, la publicación de esta obra fue autorizada en1962, en plena Crisis de lo Misiles, cuando la URSS aparecía todopoderosa a los ojos del Bloque Occidental tras haber llevado el primer hombre al espacio en abril de 1961. En ella Solzhenitsyn narra los avatares ordinarios de un día cualquiera en uno de aquellos lugares de la ignominia. Condenado de manera injusta, Iván Denísovich nos muestra la terrible cotidianidad que sufrieron millones de personas. Como ha señalado Mario Vargas Llosa, sin duda, la obra de este extraordinario autor, es uno de los referentes morales de la historia del siglo XX. Su lectura, a los veinte años del fin de aquella pesadilla para la humanidad, es un monumento a la dignidad humana pisoteada por aquel régimen criminal.

Antonio López Vega

Profesor de la UCM

Antonio López Vega es profesor de Historia Contemporánea de la UCM.

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