Una campaña con tintes más propios de política nacional y basada en los reproches mutuos por los casos de corrupción destapados en las últimas semanas condicionará sin duda la jornada electoral en el País Vasco y Galicia. No hay ambiente electoral en las calles y, por si fuera poco, las lluvias y el empeoramiento del tiempo con un descenso de las temperaturas poco animan a la participación del electorado.
Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y del servicio vasco EusKalmet, se prevén lluvias en el País Vasco y descenderán las temperaturas, después de una campaña electoral en la que ha lucido el sol. En Galicia también se prevé un empeoramiento del tiempo. Los cielos estarán cubiertos en toda la Comunidad donde habrá precipitaciones.

El número de
indecisos en Galicia son casi una cuarta parte del electorado, tanto PP como PSOE han puesto toda la carne en el asador para movilizar a sus respectivos electorados, tarea que en la recta final de la campaña han dejado para sus máximos líderes, Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero, respectivamente. Los socialistas han insistido en sus mítines en hacer llamamientos para que nadie se quede sin votar y no han tenido reparos en acusar al PP de jugar con la abstención como la mejor baza para conseguir sus ambiciones de mayoría absoluta.
En Galicia, la abstención ha fluctuado entre el 55 por ciento de 1981 y el 32 por ciento de 2005. Estos datos coinciden de forma casi milimétrica con los porcentajes de participación de los gallegos que en las elecciones generales que en España se han celebrado en los últimos 30 años.
En el caso vasco,
la participación en las elecciones ha oscilado entre el sesenta y el ochenta por ciento del censo. Hasta ahora la cita con las urnas en la que han participado un mayor porcentaje de vascos han sido las autonómicas de 2001, donde votaron el 78,97 por ciento de los censados entonces. Por contra, las autonómicas en las que participó un porcentaje menor de electores fueron las de 1994, en las que votaron el 59,69 por ciento de los llamados a las urnas.
Pronosticó el CIS para Galicia un mantenimiento de la situación de la última legislatura, con una victoria del aspirante del PP, Alberto Núñez Feijóo, con 35 ó 36 escaños frente a los 37 actuales, y un repunte del socialista Emilio Pérez Touriño, que lograría subir sus representantes en el Parlamento gallego de 25 a 27.
Así las cosas, PSdeG y BNG podrían mantener holgadamente su gobierno bicolor en esta comunidad, sin perder de vista, sin embargo, que al PP sólo le faltó un escaño en la pasada legislatura autonómica para lograr la mayoría absoluta, que podría conseguir mañana según le auguran algunos sondeos.

En el caso de Euskadi, el tripartito vasco podría alejarse de la mayoría absoluta -que tampoco ha tenido en esta última legislatura-, con un alza muy significativa de los socialistas y con la ausencia de candidatos de la izquierda abertzale radical por primera vez en unos comicios autonómicos. Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), hecho público a mediados de mes, el PNV de Juan José Ibarretxe podría sumar entre 26 y 27 escaños, frente a los 29 actuales, en tanto que el PSE de Patxi López pasaría de 18 a 26 diputados.
De confirmarse estos datos, el panorama político del País Vasco podría cambiar sustancialmente a favor de los socialistas, que, de hecho, sólo contemplan el escenario de la victoria de su candidato y el desalojo de los nacionalistas de Ajuria Enea. En cualquier caso, todos trabajan con el convencimiento de que las alianzas postelectorales serán básicas en este vacilante contexto, incluso aunque no culminen en pactos de gobierno estables y se limiten a forjar apoyos puntuales a un gobierno en minoría, sea del color que sea.
No obstante, este viernes, en el cierre de campaña, Patxi López quiso despejar dudas y subrayó que no va a gobernar "con un PP que sólo sabe hacer antinacionalismo y antisocialismo", ni con un PNV que "pretende imponer su modelo de país". El caso de Galicia es radicalmente distinto y la mayoría absoluta es fundamental para que el PP recupere el Gobierno de la Xunta sino quiere que continúe el bipartito entre PSdeG y BNG.