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El Alicante remonta en Ipurúa y arrastra hacia abajo al Eibar
domingo 01 de marzo de 2009, 20:32h
Dos goles en el último cuarto de hora han permitido al Alicante remontar a su paso por Ipurúa y reengancharse a la lucha por la permanencia a costa del Eibar, una vez más incapaz de hacer valer la renta inicial y que sigue sumergido en los puestos de descenso.
El técnico visitante, José Carlos Granero, ha explicado al término del encuentro que su equipo se va "a llevar por delante" a más de un rival, y de momento ha frenado las expectativas de los armeros, que habían encadenado dos triunfos consecutivos y podían haber escalado varias posiciones en caso de lograr el tercero.
Sin embargo, el Eibar casi nunca ha dado sensación de poder llevarse los puntos, a pesar de que en una primera parte muy igualada, en la que primero Sutil para los locales y luego el visitante Ismael pudieron marcar, fue el azulgrana Biel Medina quien puso en ventaja a los suyos a través de un espléndido cabezazo a la salida de un córner.
Con todo a favor, el cuadro de Carlos Pouso afrontó la segunda mitad demasiado contemplativo y dejó hacer a un Alicante sin apenas capacidad de desborde en los flancos y con Jordá muy vigilado.
El técnico de los levantinos buscó el revulsivo con tres cambios para mejorar en esas facetas y lo consiguió, porque después de un claro remate pifiado por Ismael en el minuto 57, fue Pedro quien empató en el 76, tras ganar la espalda a su marcador.
Con el empate en el electrónico y un buen puñado de minutos por delante, el encuentro enloqueció, porque la igualada no servía para contentar al antepenúltimo ni al penúltimo de la tabla, y ello propició constantes alternativas en el juego.
Pero mientras el Eibar no encontró en ningún momento el camino hacia el portal de Queco Piña, el Alicante contragolpeó bien y avisó de sus intenciones de victoria con sendos remates fallidos de Jordá en los minutos 83 y 84.
En el enésimo balón perdido por el errático centro del campo eibarrés, Luis Gil ganó la acción a Álvaro Martínez y corrió toda la banda izquierda hasta poner un medido centro al corazón del área pequeña que Borja llevó a la red.
El segundo gol alicantino desató la euforia en un equipo que al menos ahora sueña con la aún lejana salvación y desinfló las ilusiones albergadas por el Eibar, que sigue sin poder ganar tres partidos seguidos.