El español descerebrado
miércoles 25 de marzo de 2009, 21:31h
Alemania se ha denominado así misma siempre como ‘das Land der Dichter und Denker’, o sea, ‘el país de los poetas y los pensadores’. ¿Y España? ¿De quién es España? ¿De los irracionales y descerebrados que con tener su panem et circenses, o sea, su servesita (como dicen allá abajo en Andalucía) o su cañita en castizo, y su fúrbo, están en la gloria y todo les importa un pimiento? Puede que sí o puede que no, o puede que sea de aquellos irracionales, pero también de los racionales y cerebrados que suelen decir que España les duele.
Como he vivido en otros países, y disfruto de amigos de diferentes nacionalidades, tengo puntos de comparación, y puedo observar que al español medio no le gusta mucho pensar. Hubo un tiempo en que cierta persona cercana a mí (y española) me decía: ‘si quieres ser feliz como me dices, no analices’. En este dicho popular se esconde una gran verdad sobre el pueblo español. Pensar y analizar exigen un esfuerzo que quizás disguste al español medio, y si se analiza y se piensa, no se podrá evitar ver todo aquello que falla, y entonces habrá que hacer algo al respecto, enfrentarse, esforzarse.
Queda patente la incapacidad de analizar y pensar del español medio cuando el pueblo no reacciona exigiendo el cese inmediato del gobierno de Largo Zapatero, al leer (¿leer?) un día sí uno no, en la prensa sobre las imbecilidades que cometen los ministros. La lamentable respuesta que han dado varias ministras a las críticas que ha recibido la ministra de defensa Chacón por su brillante actuación con respecto a Kosovo (‘son machistas, por eso critican a Carme’, ¿qué tendrá que ver el machismo con todo esto?) prueban que las ministras tampoco saben pensar muy bien.
Y probablemente, Largo Zapatero tampoco sepa pensar muy bien, o quizás sí sepa pensar muy bien, pero tal y como lo hacen los diabólicos cínicos, que no piensan en el bien de la nación sino en su insaciable sed de poder. LZ creó el Ministerio de Igualdad posiblemente para crear más empleo (¡qué lastre, dios!), y para dar un ministerio a la ahijada de Manuel Chaves, que tiene una educación y unas experiencias vital y profesional de echarse a llorar. No nos sorprendamos si LZ –en caso de que el pueblo impensante lo vuelva a votar – en su próxima legislatura cree el Ministerio de Amor (supongo que pondrá a Cerolo de ministro, pa’ ser muy moderno) y el Ministerio de Verdad (que nos dictará lo que es verdad y lo que no, y que iniciará en colaboración con el Ministerio de Educación una nueva asignatura llamada: La Verdad de la Ciudadanía), para así acabar con el terrible paro que aqueja al país. Y el pueblo no pensará, aplaudirá, y bajará al bar a tomarse unas cañas. ¡Viva España!