Zerolo's bar
domingo 21 de junio de 2009, 17:20h
Estos meses de mayo y junio muchos niños españoles, gracias a Dios, se han acercado a recibir su Primera Comunión, a pesar de los llamamientos laicistas del gobierno Zapatero. Miles de niños que han asistido durante dos años a sus clases de catequesis impartidas por laicos, eso sí católicos, pese también a quien pese.
Han sido jornadas felices para esos niños y esos padres que han querido que sus hijos vivan la Fe católica. Otros, sin embargo, han celebrado con una gran comilona y vestidos de “almirantes” o de “novias infantiles”, su “no primera comunión”. Lo han hecho porque los padres de estos niños, pobrecitos por el espectáculo, no han querido que sus hijos fueran menos de que los han recibido la eucaristía, y han organizado fiestas y banquetes, para que sus niños y niñas recibieran regalos de familiares y amigos. Han sido lo que los amigos de Zerolo llaman “comuniones laicas”, como antes llamaron a los bautizos.
Los restaurantes se siguen poniendo las botas y eso que hay crisis. Son un negocio y para eso están y al fin y al cabo. Los propietarios no saben si el niño ha recibido o no la primera comunión, pero yo sugiero al concejal Zerolo que aproveche el tirón y que monte una franquízia en toda España con su nombre para comuniones y bautizos laicos, sin olvidar claro está, las bodas de todo “genero”. Lo difícil va a ser el tema de entierros, cremaciones y posteriores funerales. Me apuntan que ya hay gran malestar entre varios colectivos, porque en bastantes tanatorios hay capillas y que en la mayoría de los cementerios se reza un responso a la llegada del finado.
Ironías aparte, me parece escandaloso, que los padres que no tiene Fe, hecho que respeto profundamente, jueguen con sus hijos al espectáculo del festín post Eucaristía, sin haber celebrado esta. Los niños, seguro, no salen favorecidos con esa decisión. Hay que se consecuentes en la vida y si no hay Fe y no se cree en la Comunión y lo que esta representa, no hay porque someter a nadie al espectáculo lamentable de los regalos y vestidos.
Hace unos años, una compañera de trabajo, que tenía pareja de “hecho”, me pidió para sus hijos una “ayudita” para que estudiaran en un colegio religioso. No entendí la petición, dada la falta de creencias de la pareja. Pero se me argumentó que “en ese colegio religioso daban mejor educación que en el público de la zona”.
Seamos serios y repito “consecuentes”, porque sino Zerolo y los suyos acabaran abriendo los restaurantes y bares con su franquicia. Sino al tiempo.