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Estados de humor en la política electoral

José Luis Sanchís
miércoles 27 de febrero de 2008, 18:38h
La estrategia mejor de una campaña electoral es la que se basa en el mejor diagnóstico sobre el estado del cuerpo político, sobre el humor político, entendido en su sentido hipocrático de síntomas de vitalidad y sanidad social.


En 1977 padecíamos o gozábamos la mayoría de los españoles el humor democrático que emergía tras décadas de un padecido o gozado humor carpetovetónico. A las sensaciones de inseguridad y hasta depresión de algunos se contraponían la vitalidad general de convalecencia y alta saludable, con diferentes propósitos de cambio, de transición en una mayoría y de revolución en muchos.


Este estado de humor se mantuvo en 1979 por el poco tiempo pasado y porque se imponía tomar la medicina ideal de la Constitución que había de darnos un vigor democrático nuevo y saludable después de la larga postración padecida. Pero el humor por el cambio aumentaba y embargaba cada vez a más ciudadanos y en 1982 se impuso en el cuerpo social con gran fuerza en el corazón, con la expansión de los pulmones y una gran lucidez mental.


En 1986 se recuperaron los tres humores de la transición, el sanguíneo de esperanza y templado de centro; el colérico caliente e idealista de la izquierda y el flemático frío y seco enérgico de la derecha. Felipe González intuyó el declive de las ideologías políticas en beneficio del pragmatismo aparentemente aburrido y flemático de la ciencia política y se convirtió en posibilista confeso. El humor primaveral del CDS pletórico de sueños juveniles iba a desaparecer como el acné de la adolescencia. En 1989 sólo quedaban dos humores predominantes, el sanguíneo, vigoroso todavía, de la izquierda y el flemático cada vez más fortalecido y musculado de la derecha. En 1993 la sangre se hizo bilis negra y la flema se calentó con el fuego de la bilis sana y la corriente sanguínea.


En esta campaña de 2008 están diferenciados y fortalecidos los dos humores principales, tras las vicisitues de cambio en 1996, 2000 y 2004: el humor siempre más cálido de la izquierda y el humor siempre más frío de la derecha. Uno y otro humor influyen con similar fuerza al cuerpo social y político pero el 10 de marzo se impondrá uno de los dos con temperatura y vigor convenientes en nuestra saludable vida democrática.

José Luis Sanchís

Consultor político

JOSÉ LUIS SANCHIS es Asesor Empresarial en Imagen y Comunicación, así como Consultor político y Director de Campañas Electorales

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