Cualquier cosa
viernes 22 de enero de 2010, 01:44h
Es tarde. Me siento cansada. El día ha sido larguísimo y veloz. Como mujer profesional y madre que soy, he de concentrarme a muerte en tantos frentes a lo largo del día –frentes muy diferentes –que llego al final del día absolutamente exhausta, y hoy he dejado la escritura para el ultimísimo minuto. Mi cerebro funciona al 10%, así que obedeceré el agotamiento y el caos que en él reinan, y escribiré en armonía con su estado.
Debería escribir quizás sobre el horror de Haití, pero no tengo ganas. La Madre Tierra es salvaje, es normal que de vez en cuando la tierra escupa, se sacuda, explote, y reviente. Los seres humanos nos creemos los protagonistas del mundo y no lo somos, somos meras pulgas que pululan sobre las placas tectónicas un tiempo muy limitado. Aceptemos con humildad el mal genio de la Madre Tierra. Ayudemos a los pobres que sufren las devastadoras consecuencias de su temperamento, y amén.
Podría también escribir sobre la soberana idiotez que se les ha ocurrido a los de la Universidad de Sevilla: si pillan a un estudiante copiando o usando chuletas, se formará un jurado de tres profesores y tres alumnos que decidirán si catear o no al alumno que ha hecho trampas. Inaudito. Conociendo lo golfos que son los sevillanos, los tres alumnos se pondrán a ciencia cierta de parte del canalla, votarán porque lo aprueben, y los profes que quieran mantener su popularidad entre los alumnos, no tendrán más remedio que votar ‘aprobado’; así que de hoy en adelante, los licenciados por la Universidad de Sevilla serán aún más ignorantes y vagos que hasta ahora. De hecho, deberían eliminar los exámenes, así nadie hará trampas para aprobarlos, o mejor aún, para ahorrar dinero, podrían cerrar la universidad directamente y dar los títulos de licenciatura a cualquiera que se ponga a la cola para recibir uno, gratis, o a un módico precio de 300€. O tempora, o mores.
El mundo se deshilacha a mi alrededor; la idiotez se intensifica; las catástrofes naturales golpean a un pueblo pobre y desorganizado; Amnistía Internacional me envía un mail en el que pide la liberación de un preso político iraní, y no sólo uno, muchos, porque en el mundo hay una pila de países que torturan a los que critican al gobierno; la crisis no parece soltarnos de su mano de hierro; y para mi gran sorpresa, he aprendido con mi hija, que Jesucristo es el heredero directo de Orfeo, y el rito cristiano –sobre todo el de la Semana Santa – es prácticamente igual al rito órfico de la primavera que celebraba la muerte dolorosa de Orfeo, el hijo de Dios (Dionisio), y su resurrección; algún listillo cogió las creencias de la secta órfica y les puso una etiqueta nueva: ‘cristianismo’, y resulta que somos aún más griegos de lo que yo creía, y que este Cristo no es tan único y original ni verdadero, más bien parece ser el viejo y griego Orfeo con un nuevo nombre y una operación de estética con la que le han cambiado la cara (y a saber cuál era el nombre egipcio o sumerio o sirio o dios-sabe-qué de Orfeo antes de ser Orfeo… ¿dios es grande, o la imaginación del hombre la es?)
El mundo en el que vivimos puede ser un sitio bastante asqueroso y repugnante, pero nunca deja de sorprenderme, y a pesar de todo, cada día aprendo algo nuevo. Gute Nacht und schlaf gut.
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Últimos comentarios de los lectores (1)
4134 | GUSTAV ANTON LAMBERT - 11/10/2016 @ 21:47:43 (GMT+1)
Me ha parecido muy oportuna para la extendida falta de cultura, de sentido común, de ignorancia filosófica de este pais, cuyo nombre ya ha cambiado, ahora se denomina Bananaña... Los políticos, sin embargo, conservan su naturaleza tradicional, conservan su caracter de hace... por lo menos 2 siglos, cuando Sir Arthur Wellesley dijo aquello de... "En España no hay ningún hombre de estado, solo oradores elocuentes". Me ha encantado el sentido del humor, que me ha divertido mucho.
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