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Crónica económica

El Vaticano pide un gobierno económico mundial

lunes 24 de octubre de 2011, 21:14h
La Iglesia Católica siempre ha hecho un canto a la pobreza como el camino hacia la riqueza espiritual y, en última instancia, el camino más recto hacia el cielo. Quizás por ello el Vaticano haya saltado con una propuesta chocante: Un gobierno económico global.
El departamento de paz y justicia del Vaticano ha producido un documento que pide “una autoridad pública global” y “un banco central global”. El documento se llama “Hacia una reforma de los sistemas financieros y monetarios internacionales en un contexto de autoridad pública global” y dice que “la crisis económica y financiera por la que está pasando el mundo impele a todos, individuos y pueblos, a examinar en profundidad los principios y los valores culturales y morales que son la base de la coexistencia social”. Lo llamativo es que no encuentra esos principios en la sociedad tradicional, sino en una superconstrucción administrativa, formada por burócratas, que gobernarían el conjunto de la economía global.

La búsqueda de estas ideas en la tradición del pensamiento cristiano nos puede llevar a la desesperación, porque no hay forma de ligar una cosa u otra. Pero no es que el departamento de paz y justicia no tenga sus ideas. Critica “la idolatría del mercado” y la sustituye por la del Estado. Busca una “autoridad supranacional”. Una “jurisdicción universal”. Un ente centralizado que decidiría sobre todos nosotros. El camino más recto hacia la pobreza.

La pobreza es, precisamente, el tema del día en Europa. La pobreza que viene. Richard B. Hoey, economista jefe de BNY-Mellon, cree que hay un cincuenta por ciento de posibilidades de que la economía europea se contraiga. Y otorga una mayor probabilidad a España. Hoey considera que España vive un momento crucial con estas elecciones del 20 de noviembre, y el programa de reformas que pueda adoptar el Gobierno: “La evolución de la economía española será especialmente sensible a la confianza que estas reformas generen. Grecia ha destruido mucha de esa confianza, pero España todavía tiene la oportunidad de incrementarla. Si lo logra, es posible que veamos un círculo virtuoso de crecimiento en los próximos cinco años”.

Pero ¿qué dicen los datos? ¿Cómo va la recesión en Europa? Bien, gracias. Markit ha sacado el Índice de Gestores de Compras (PMI por sus siglas en inglés) correspondiente al mes de octubre en la eurozona, y los datos son francamente malos. Ya hemos explicado que un índice por debajo de 50 puntos indica contracción, y que el dato de septiembre cayó hasta los 49,1 puntos. Bien, pues el de octubre ha vuelto a caer y lo hace hasta los 47,2 puntos. Es una caída muy pronunciada, es el segundo mes consecutivo que indica contracción, y está en unos niveles muy negativos: los peores desde julio de 2009. El economista jefe de Markit, Chris Williamson, advierte de que este dato “indica un riesgo claro de que la eurozona se está deslizando hacia la recesión”. También observa que la creación de empleo se ha detenido, lo que indica que las empresas se están preparando ya para lo peor. Alemania todavía está en la zona de expansión, aunque sigue muy cerca del 50 que indica estancamiento. Francia cae por debajo de esa cota por vez primera desde julio de 2009.

En el mismo sentido, el ECRI ha publicado el Índice Económico Adelantado de Alemania, que ha experimentado en agosto su mayor caída en dos años: 2,0 puntos. En el período de seis meses, el incremento que había experimentado hasta julio, que era de 4,4 puntos, ha caído a 1,2.

Este domingo hablábamos de la parasoja del ahorro. Una muestra de que es un debate que está ahí es que este lunes ha salido un artículo en Safe Heaven con el siguiente título: La paradoja del ahorro desmentida. Lo que decía Keynes, recuerda el autor, Colin Twiggs, en tres puntos, es:
- Si un individuo ahorra, él incrementa su riqueza
- Pero si toda la nación ahorra, habrá una caída en el consumo
- Este retraimiento del consumo causará una caída en el ingreso general.
Twiggs dice que eso ocurrió cuando escribía Keynes. ¡Pero Keynes escribió en plena Gran Depresión! No obstante, en condiciones normales, nos dice Twiggs, ocurre lo siguiente:
- Si un individuo ahorra, aumenta su riqueza
- Si toda la nación ahorra, no caerán los ingresos, pues los ahorros se canalizarán por medio del sistema financiero hacia la inversión en nuevo capital.
- Habrá menor demanda de bienes de consumo, pero mayor demanda de bienes de capital: el gasto en su conjunto no cae.
- La producción, en consecuencia, tampoco.

No, lo que hay es una menor demanda de consumo presente y una mayor demanda de un consumo incrementado o mejor en el futuro.
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