Este jueves concluye la campaña electoral para los comicios parlamentarios en Venezuela. Unas elecciones en donde Chávez buscará mantener su hegemonía en la Asamblea Nacional y la oposición recuperar los espacios políticos perdidos en 2005. El panorama plantea una contienda cerrada en donde los sondeos apuntan a que el resultado final dependerá de lo que los indecisos marquen en la papeleta de votación.
Jamás unas elecciones l
egislativas en Venezuela había generado tanta expectación. La polarización y la tensión política que vive actualmente el país petrolero se hace evidente en las calles y en los medios de comunicación que fungen como catalizador de una campaña en la que tanto
Chávez y Cía., como la oposición, se han medido para ver quién moviliza más votantes. Sin embargo, hasta el próximo domingo, los venezolanos no tendrán del todo claro quién se hará con la baza de la victoria en una jornada en la que se estima participarán 17,7 millones de personas.
En este sentido el director de la firma
encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, sostiene que si bien el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) presenta una ligera ventaja de cara a este 26 de septiembre con el 52 por ciento de la intención del voto, frente al 48 de la oposición, hay que tomar en cuenta que los votantes indecisos, popularmente
denominados en ese país como los “Ni-Ni”, serán los responsables de dar la última palabra.
"Son dos fuerzas que en este momento están bastante equilibradas, el país está dividido en dos partes prácticamente iguales frente a su decisión de voto. El presidente Chávez con una ventaja pequeña", aseguró León en una entrevista publicada por el diario venezolano ‘El Universal’, cuya organización presenta en sus estudios un margen de error del 3 por ciento.

La hipótesis de que los votantes indecisos serán los que definirán la mayoría legislativa es compartida por
Oscar Schemel, presidente de la encuestadora
Hinterlaces. "Los procesos han sido dinámicos. Hace tres semanas el chavismo estaba tranquilo pero ya casi al cierre de la campaña está apretado porque la oposición cerró la brecha", sostiene el analista en declaraciones al periódico ‘La Verdad’, cuyo último sondeo sitúa al oficialismo con 96 de los 165 escaños parlamentarios ante las 69 que obtendría el oficialismo.
Dicho estudio, realizado a 1036 personas durante la semana del 8 al 14 de septiembre, indica que el 34% de la población se inclina por los aspirantes adversos al Gobierno; 32% por los del PSUV; 23% por “ninguno”; 4% por el partido Patria Para Todos, y 4 % “no sabe” o “no contesta”.
Una de las cosas que más preocupan
al presidente Hugo Chávez, es que en estos últimos cuatro años ha habido un deterioro en la imagen que los venezolanos tenían hacia él y de su proyecto revolucionario. Aún cuando su popularidad se sitúa actualmente en un sólido 44 por ciento, no ha podido remontar al 75 que logró en las presidenciales de 2006. Según Datanálisis, el 92,1 por ciento de la población rechaza la instauración del modelo cubano en Venezuela, un proceso que se ha ido acentuando en los últimos cuatro años.

Asimismo, la visión de la institución parlamentaria también ha cambiado en el seno de la
sociedad venezolana. De acuerdo con Hinterlaces el 77%, califica de “muy importante” la función de la Asamblea Nacional para solucionar los problemas del país, mientras que el 15% lo denomina como “algo importante”. Con respecto a estos indicadores el 61% considera que debe haber “equilibrio” en el pleno del parlamento; mientras que apenas 19% cree que es conveniente que el oficialismo logre la mayoría parlamentaria frente a 15% que se inclina por la oposición.
Dichos resultados desvelan que la ciudadanía de ese país está experimentando un cambio de mentalidad tras once años de Gobierno, en donde el chavismo ha sido la fuerza política predominante. No obstante, el hecho de que el oficialismo no goce de las ventajas porcentuales del pasado, deja ver que en Venezuela existen fuertes dudas sobre la eficacia del
modelo socialista concebido por Hugo Chávez.
Este domingo los venezolanos decidirán cómo se compondrá el paisaje parlamentario. Los sondeos señalan que todo apunta a que habrá una
Asamblea Nacional mixta, por lo que el que logre la mayoría tendrá la ventaja de incidir significativamente en las decisiones parlametarias, bien sea por mayoría absoluta o por la variable “la mitad más uno”.