Las familias de los marinos se enfadan con Chacón
martes 08 de junio de 2010, 14:44h
Llega las vacaciones estivales y los familiares de los militares destinados en la Base Naval de Rota están que trinan. A finales del verano pasado, Carme Chacón cerró la playa de El Almirante, insertada dentro de la zona de “seguridad nacional” del recinto militar. La ministra de Defensa cedía a las presiones del alcalde de la localidad gaditana, de algunos de sus habitantes y de Ecologistas en Acción, que orquestaron una maniobra de protesta para lograr el acceso público a esta playa. Los roteños se quejaban de que unos pocos “privilegiados” -miembros todos de la familia militar- disfrutaban de una playa menos masificada.
Al encontrarse ésta en el perímetro de la Base y considerar peligroso su acceso público para la seguridad, Chacón decidió impedir el acceso a todo el mundo, incluidas aquellas personas que llevan 50 años disfrutando de ella. La playa, al igual que los restaurantes, la piscina y otros centros deportivos, era hasta la fecha un espacio más de deporte y recreo entre aquellos que ofrece la Base al personal español y americano allí destinados y a sus familias. Ahora, no sólo no podrá ser disfrutada por estos "pocos" sino que nadie podrá pisar su arena.
La decisión de la ministra sentó como un tiro a la familia naval, caracterizada siempre por la discreción y el respeto. Pero esta vez no está dispuesta a callarse y a quedarse con los brazos cruzados. El Imparcial ha tenido acceso a una carta en la que los familiares de marinos expresan su malestar a la ministra. Afirman en ella que esta playa suplía la falta de centros socioculturales de la Armada española en Rota.