Este
indicador debe adelantarse de seis a nueve meses en la marcha de la economía. Por lo que se refiere a la OCDE, ha caído desde los 100,4 puntos de abril hasta los 100,1 puntos de agosto. El informe es de octubre, porque se publica en este mes, pero recoge los últimos datos al alcance de la mano, que son se agosto, por lo que la institución habla de “moderación del crecimiento”. En el caso de la zona euro, pasamos de 99,7 puntos en abril a 99,4 en agosto, por lo que estamos en un “crecimiento que se debilita”. Y, por lo que se refiere a las cinco grandes economías de Asia, en el mismo período pasa de 99,6 a 99,2 puntos, y ya habla de “crecimiento débil”.
De hecho, de los países miembros de este club, sólo Brasil y el Reino Unido dan muestras de mantenerse en el futuro con un saludable crecimiento. Brasil, que tenía en diciembre del pasado año un índice de 98,1 puntos, a los 99,5 de agosto. Mientras que la nación europea, que también en el último mes de 2011 tenía un indicador de 99,3 puntos sube a los 100,1 en agosto.
¿Y España? Desde febrero de este año está en los 100,8 puntos, que indican una leve tendencia de mejora, y los mantiene en el octavo mes del año. Casi la mitad de los españoles, el 46,3 por ciento según el CIS, cree que la economía irá a peor el año que viene. La economía decrecerá punto y medio este año y otro punto y medio, grosso modo, el año que viene.
El Banco Mundial ha prestado
especial atención a Asia Oriental y el Pacífico. Un área que ha concentrado gran parte del crecimiento global de las últimas dos décadas, que se ha comportado muy bien durante la crisis económica global, pero que ahora se está desacelerando. Un caso claro es el de China.
Ahora bien, tampoco hay porqué ser demasiado dramáticos al respecto. Según el Banco Mundial, “el nuevo informe muestra que las débiles exportaciones y el menor crecimiento de la inversión recortará el crecimiento de China del 9,3 por ciento en 2011 al 7,7 por ciento este año. En 2013, sin embargo, se espera que el crecimiento de China rebote al 8,1 por ciento”. El comportamiento en la zona es similar. Cae este año (aunque hasta un 7,2 por ciento), para mejorar levemente en 2013.
Nada todavía amenazante, pero sí inquietante. El ajuste de la economía española pasa necesariamente por la contracción de la demanda interna. Ese ajuste, por otro lado, facilita la mejoría en el sector exterior. Pero si eso falla, entonces la recuperación falla y el ajuste sería aún más duro.