La recuperación se hace esperar en la zona euro. Uno de los motivos es que el crédito escasea. Y una de sus causas está en que el sistema financiero no acaba de reformarse por completo. Por José Carlos Rodríguez
La eurozona está atravesando por una travesía por el desierto. La directora gerente del FMI,
Christine Lagarde,
dice que los gobiernos han hecho muchos progresos en el curso del último año, pero que aún así “la recuperación económica no llega, el desempleo crece, y la incertidumbre es alta”, por lo que pide más acciones: completar la unión bancaria, restaurar la salud financiera bancaria, y continuar con las reformas estructurales.
Las perspectivas son francamente malas. Este martes, la OCDE ha
predicho que la tasa de desempleo no comenzará a caer hasta “bien entrado 2014”. En el caso de la eurozona, la tasa de paro, que está en el
12,1 por ciento, seguirá en el último cuarto de 2014 en el 12,3 por ciento de media. En el caso de España, la tasa alcanzará el 27,8 por ciento, y en Grecia el 28,2.
Cunde la impresión de que, a estas alturas, tendríamos que tener unas perspectivas mejores. Quienes han estudiado la gran depresión que siguió a 1929 saben que una crisis puede prolongarse década y media. Pero entonces se adoptaron políticas contrarias a la recuperación, mientras que, aparte del aumento de impuestos, el resto de medidas adoptadas por la troika están bien encaminadas.
Chris Cummings, Director de TheCityUK, tiene
una visión muy pesimista del futuro inmediato de la eurozona: “Es un signo preocupante que la industria no piense que estamos en lo peor de la crisis de la eurozona”. Cummings habla principalmente de la economía británica, que “está siendo frenada por la economía estancada en Europa, y por el fracaso en la resolución de la crisis”. TheCityUK ha realizado una encuesta entre varios líderes empresariales, y tres de cada cuatro, el 74 por ciento, no tiene confianza en que los políticos resuelvan estas cuestiones en la eurozona.
Sober Look, un blog especializado en el análisis macroeconómico al que hemos hecho referencia en otras ocasiones, va un poco más lejos. No es que hable de una recuperación que parece alejarse según avanzamos en el tiempo, sino que llega a atisbar que puede “repetir la década perdida de Japón”. Parte del informe del FMI que hemos recogido, y se fija en este análisis: Dice el FMI que los bancos débiles de la eurozona no son capaces de reconocer las pérdidas, lo que perpetúa las dudas sobre la calidad de sus activos, y ello refrena la inyección de capital privado, lo que en última instancia frena el crédito. “Para revertir esta dinámica”, dice, “se tienen que reconocer todas las pérdidas de los bancos, las entidades débiles pero viables tienen que recapitalizarse, y las que no lo sean tienen que cerrarse o reestructurarse”. Y es aquí cuando
entra Sober Look: “Esto es exactamente lo que creó la 'década perdida' en Japón, que drenó el crecimiento del crédito durante años”. No hay recuperación sin liquidación.
Con todo, la reforma del sistema financiero español, aunque no se haya completado, lleva buen ritmo, y no parece que esté aquejada de los problemas que señala el FMI para la eurozona. Es más, el propio FMI ha publicado un
informe al respecto este mismo martes. En él dice: “La gran mayoría de las medidas especificadas en el programa” de reforma “se han llevado ya a cabo, tal como estaba previsto en el calendario. Especialmente, las acciones para recapitalizar el sector bancario y las transferencias de activos a la
Sareb, que han proporcionado un importante impulso a la liquidez y la solvencia” del sistema financiero español. Todavía hay riesgos. Pero no son los que la propia entidad señala para el conjunto de la eurozona.