según Huguet
Cataluña obligará por decreto a que los catedráticos sepan catalán
lunes 30 de agosto de 2010, 18:13h
Aunque en 2008 se dió marcha atrás a una normativa parecida tras las quejas de la Pompeu Fabra, el consejero de Universidades, Josep Huguet, ha explicado este lunes que en las próximas semanas el Consell Executiu aprobará un decreto en el que se obligará a los profesores de Universidad a acreditar el conociemiento del catalán, y del castellano a los extranjeros.
El consejero de Universidades, Josep Huguet, ha retomado su intención de obligar a los profesores universitarios a acreditar un nivel suficiente de catalán.
No obstante, en esta ocasión se trata de un acuerdo que aprobará el Govern en el Consell Executiu, de modo que los profesores deberán saber el catalán por decreto salvando algunas excepciones, ha avanzado Huguet en una entrevista de TV3 recogida por Europa Press.
El decreto ha pasado todos los trámites necesarios para ser aprobado en el Consell Executiu, y está "en disposición de ir al Govern", ha explicado el consejero. "Quizás mañana o la semana que viene; lo decidiremos en función de la agenda", ha detallado.
Huguet ha explicado que pretende retornar el equilibrio entre el catalán y el castellano en las universidades, aunque ha advertido que se trata de una normativa que va más allá del catalán, ya que también exigirá el castellano a los profesores extranjeros y el inglés a los que impartan másters en esta lengua.
No se trata de un decreto retroactivo y solamente afectará a aquellos profesores que quieran acceder a nuevas plazas. Los docentes visitantes que deseen quedarse en las universidades catalanas dispondrán de un tiempo "prudencial" para acreditar su conocimiento.
Huguet ya ha augurado que los sectores "españolistas catalanes y radicales" confundirán las medidas de equilibrio para pensar que es una "marginación del castellano".
En junio de 2008, la entonces comisionada de Universidades de la Generalitat, Blanca Palmada, impulsó en el Consejo Interuniversitario de Cataluña (CIC) la aprobación de una normativa para que los profesores de universidad acreditaran el nivel C de catalán respetando el marco de la autonomía de cada universidad.
Sin embargo, algunas universidades, como la Pompeu Fabra (UPF) se levantaron contra la imposición del catalán, y la obligación de acreditarlo quedó totalmente sometida a las decisiones de cada rector.