Qué sabe Bárcenas

Las últimas declaraciones en sede judicial de Luis Bárcenas siguen convulsionando el panorama político. Dichas declaraciones contradicen ostensiblemente las efectuadas no hace mucho, cuando el ex tesorero del PP tenía otro abogado. Es complicado, pues, saber si lo que recientemente contó Bárcenas responde a una nueva estrategia de defensa reconociendo cosas que en su tiempo negó o si, por contra, es ahora cuando miente. Lo único seguro es que ha mentido en alguna de sus declaraciones: falta saber en cuál. Llama la atención, por ejemplo, que hable de determinados asientos contables en euros cuando aún había pesetas, o que apenas haya podido aportar prueba alguna de lo que afirma. Cualquiera puede escribir lo que sea en un cuaderno, y no por ello es verdad; hay que demostrarlo.

Dicho lo cual, hay partidas o movimientos económicos sí reconocidos, lo que deja en muy mal lugar al PP. Y es que, con independencia de lo que acabe determinando la fase de instrucción, parece claro que la contabilidad del Partido Popular estaba plagada de irregularidades, algo muy grave en una formación política en la que el 90 por ciento de su presupuesto se cubre con dinero público -las cuotas de los militantes apenas alcanzan a sufragar el 10 por ciento de los gastos-. Hace mal el PP en dudar de cuánto diga Bárcenas en base a su presunto comportamiento delictivo. De igual modo, es también reprobable la credibilidad absoluta que concede el PSOE a todas y cada una de las palabras del ex tesorero popular, contradicciones incluidas. En todo caso, si parte de lo que afirma Bárcenas, por poco que sea, acaba demostrándose, pondría a su antiguo partido -y a muchos de sus dirigentes- en una situación complicadísima porque su responsabilidad política sería insoslayable.