Una limosna... por "Caritas"

La frase la repetimos todos: “la situación es dramática”. Nuestro país, colocado entre los diez primeros del mundo, está también entre los primeros de occidente en crear pobreza. La Iglesia Católica, la denostada Iglesia por aquellos a los que molesta todo lo que sea la defensa de la dignidad del hombre, tiene una institución, Caritas, que es la que está dando de comer a miles de personas, que hasta hace poco se paseaban en coches y disfrutaban de propiedades y de vacaciones.


Hace unos días, un excelente prelado español que comparte su reciente nombramiento con la administración apostólica de la que va a dejar de ser su diócesis, me comentaba que personas bien vestidas, que aparentemente no necesitaban nada, se acercaban hasta su despacho, para pedir ayuda económica y no tener que pasar la vergüenza de acudir directamente a Caritas.


Otro obispo, el bueno de don Antonio Ceballos, prelado de Cádiz, ha renunciado al diez por ciento de sus ya cortos emolumentos, para entregarlos a Caritas. Mientras, a un grupo de obispos no les ha gustado mucho la última iniciativa de la Cadena COPE, con el programa especial “Los panes y los peces”. A estos obispos no les parece bien el uso de la emisora para hacer caridad con luz y taquígrafos, ni que se juegue así con un pasaje evangélico. “La Iglesia hace sus obras de caridad de otra manera”, dicen, porque “consideran que se aleja del tono, de la discreción y de las formas suaves con las que la Iglesia suele hacer caridad”.


La iniciativa partió del comunicador “estrella” de COPE, Federico Jiménez Losantos, al poner en antena una sección de su programa titulada “Como sobrevivir a la crisis”, en la que ha ido dando difusión a las iniciativas sociales de ayuda a las personas que están teniendo dificultades económicas. Losantos ha conseguido que oyentes de su programa hagan donaciones para comedores y parroquias. Los obispos críticos están satisfechos por la publicidad que se ha dado a la tarea asistencial que, desde hace siglos viene dando la Iglesia Católica, pero no lo están por la forma de presentar esta campaña, por la contraposición que se hace por la actuación del gobierno presidido por Rodríguez Zapatero ante la crisis y por el uso del propio pasaje evangélico elegido como lema.


Por su parte, Lorenzo Amor, Presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) ha afirmado que la “la situación del colectivo de trabajadores autónomos está al borde del precipicio, ya que unos 300.000 están en la cuerda floja y necesitan ayuda inminente, mientras que ya 130.000 se han quedado en el camino y se encuentran prácticamente en una situación desesperada porque no reciben ningún tipo de ayuda o prestación. El único auxilio que tienen, por duro que parezca son los comedores de Caritas”.


Si a todo esto añadimos la tragedia que se avecina con los 900.000 españoles en paro que en pocos días dejarán de recibir las prestaciones de desempleo, la situación no puede ser más desesperada. Esa desesperación será aliviada en parte por la Iglesia, la denostada Iglesia, y muchos pedirán “una limosna …por Caritas”.