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TOROS

Crónica taurina. San Agustín del Guadalix: D´Alva y Andrades un gran reclamo.

Crónica taurina. San Agustín del Guadalix: D´Alva y Andrades un gran reclamo.
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(Foto: Inés Montano)
sábado 27 de abril de 2024, 17:18h

La novillada del Club 3 Puyazos congregó público de toda España y todo el Midi francés. El ganado serio, con fiereza y buenas hechuras procedía de Isaías y Tulio Vázquez (1º y 2º) y de Raso del Portillo (3º y 4º). João D´Alva y Miguel Andrades hicieron un esfuerzo tan grande que no sólo salieron bien parados de esta batalla, sino lograron adornarse con las banderillas y con la pañosa en la mano. Todos los tercios de banderillas fueron realizados por los diestros y con mucha precisión: los pares caían reunidos y cuadrando en la cara del animal. El público ovacionaba sin parar. Como si fueran pocas las dificultades, los toreros tuvieron que lidiar con fuertes rachas de viento.

Infante (1º 1/21) nada más salir, emprendió una batalla con el burladero partiéndose la cepa del pitón. Salió Lorito (1ºbis 11/20), más prudente que el anterior, anduvo estudiando la plaza, el público, pero arremetía al capote con gran ahínco. Helder Pires puso las mejores varas tomando al toro a distintas distancias, sin forcejear ni derrengar. Ovación. El animal se afanaba por ver lo que había detrás del engaño. No lo puso nada fácil. D´Alva se amarró los machos y le suavizó la embestida, lo dominó, y lo llevó con buenos derechazos y naturales ayudados. El estoque algo delantero. Descabello atronador.

Llorón (2º 10/20) recibió sonoras ovaciones al pisar el albero. Andrades se esmeró con el capote: apaciguó la fiereza y le llevó hacia el varilarguero con las chicuelinas de paso que ni pintadas hubieran salido mejor. Andrades dialogó con su contrario desde el primer pase: le animó para embestir, le preguntó que si le gustaba la plaza, le llamó por su nombre. Venían a la mente las palabras de Paco Ojeda: “no soy torero, soy encantador de fieras”. Esta conversación de tú a tú, venía acompañada por las series al borde de tragedia: el toro se ceñía, cabeceaba, pero las series tenían unos pases de arte. El toro se afloja. Un aviso. La estocada desprendida. Ovación al arrastre.

D´Alva, al poner tres pares a Abubillo (3º 4/21), estuvo animado para poner otro par, sin embargo, el público no consintió. La faena se basó en las cercanías, compuesta de varias series, sin perder el terreno, aunque el animal se volvía con una velocidad vertiginosa. Ovacionado. La espada se atascó.

Sordillo (4º 1/21) recibido a porta gayola, fue envuelto en unos capotazos firmes y fue llevado a los medios, donde el diestro remató el saludo con una media rodilla en tierra. El palco fue protestado por tardar en cambiar el tercio. La faena se cuajó bajo la fría lluvia. Andrade, llevaba al animal por ambas manos, sin miramientos, ni amagos. Hubiera cosechado mayores ovaciones si el público no estuviera agarrando los paraguas. El toro buscaba, apretaba y se revolvía, pero el diestro le hizo frente y ganó. Se tiró literalmente al morillo con una fuerza inaudita y dejó una estocada profunda y, a pesar de salir contusionado, se recuperó y paseó una oreja.

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