El paro registrado en abril ha caído en 6.632 personas, y el número medio de afiliados a la Seguridad Social ha aumentado en 16.549 personas. ¿Son buenas o son malas noticias?
En principio buenas, pero no lo parecen tanto si tenemos en cuenta, como hemos explicado aquí alguna vez, que en
abril suele comenzar una pendiente descendiente en el número de
parados que llega hasta julio. Y que a partir de agosto, y hasta marzo, tiende a tener el sentido opuesto. De modo que en abril suele bajar el paro. ¿Cuánto lo hizo anteriormente?
La media de los 15 últimos años hasta 2011 es de una
caída de algo más de 39.000 parados. En 2011 fue de -64.309 y en 2010 de -24.188. Así visto, los 6.632 parados menos de abril de 2012 parecen ciertamente pocos. La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, ha apuntado, sin decir, y con mucha cautela, que en realidad el dato de abril es positivo y refleja los primeros efectos de la reforma laboral. ¿Por qué dice eso?
Porque Engracia Hidalgo tiene en cuenta el
crecimiento económico. Y compara los datos de abril de 2012 con los de abril de 2009, años ambos que comenzaron en recesión. Lo que no dice la señora Hidalgo, pero sí le ha apuntado un periodista que estaba en la rueda de prensa en el Ministerio de Empleo, es la distinta tasa de decrecimiento en uno y otro año. Vayamos a los datos. Este año se ha rebajado el paro en 6.632 personas, cuando en el primer trimestre del año (que no incluye abril, claro, pero que es la medida más cercana y certera de apreciar la marcha inmediata de la economía), decreció el PIB en tres décimas. En abril de 2009 el número de parados aumentó en 39.478 personas. Pero la caída en el PIB del primer trimestre no fue de 3 décimas, como en 2012, sino de 1,9 puntos. De modo que no se puede juzgar, por estos datos, si la caída del paro de abril es positiva o no, ni mucho menos si la reforma laboral está impidiendo que haya más despidos, facilitándolo (ya que tiene elementos en ambos sentidos) o no tiene un efecto apreciable.
Vayamos a los datos de Seguridad Social. En cuanto que son una forma de apreciar el empleo, frente a los anteriores, que miden la evolución del paro, los datos de afiliación son probablemente más significativos de la marcha del
mercado laboral. La media en abril de los 11 años hasta 2011 es de una ganancia de casi 80.000 nuevos afiliados, de modo que los 16.549 de abril de 2012 no impresionan, ciertamente. Pero Tomás Burgos, secretario de Estado de Seguridad Social, como hacía minutos antes Engracia Hidalgo, comparaba la situación con abril de 2009. Aquí la comparación es igualmente poco concluyente (en abril de 2009 el número de afiliados cayó en 23.939 personas).
Lo interesante sería compararlo con el mejor indicador de actividad del mismo mes de abril, tanto de 2009 como de 2012, que es el PMI de Markit. Pero sólo tenemos el de abril de 2012, que ha sido francamente negativo. Ha caído precipitadamente hasta los 42 puntos, que es un mínimo en 5 meses.
Claro, que en realidad, en este mes, ha tenido una gran importancia cómo ha caído en el calendario la
Semana Santa, que como es de entender tiene una impronta muy clara en el empleo. Y, según incide, entre otros, el blog de IE
EconomyWeblog, “cuando se desestacionaliza el dato de este mes de abril nos encontramos con un incremento del desempleo de 70.661 personas. Es decir, que abril ha sido “bueno” en materia de paro registrado porque incluía la Semana Santa, pero ni con mucho ha sido todo lo bueno que debiera haber sido dada esta circunstancia privilegiada”.
El único dato positivo se produjo en la
contratación,
como señala BBVA: “En abril se firmaron 1,003 millones de contratos (un 91,0 por ciento de naturaleza temporal), lo que supone 23,7 miles menos que en marzo. Sin embargo, las cifras corregidas sugieren que la contratación aumentó ligeramente en abril (+13.000 contratos, +1,1 por ciento intermensual), tanto por el incremento del número de contratos temporales (+1,1 por ciento intermensual)”. BBVA señala que “el peso de la contratación temporal volvió a disminuir hasta el 92,0 por ciento”.