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recortes en investigación

Miguel Ángel García, investigador del CSIC: "Tenemos que aceptar que se recorte también en ciencia"

martes 10 de julio de 2012, 13:51h
No corren buenos tiempos para la investigación. España está de recortes y éstos afectan a la I+D+i. El investigador del Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC, Miguel Ángel García Tuñón, ha explicado a EL IMPARCIAL que "la investigación puede ser el motor de la economía de un país" por lo que hay que "aceptar que se recorte también en ciencia", pero, apunta, hay que hacerlo "con cierto sentido intentando minimizar los efectos negativos".
Una pregunta obvia, pero que sirve para dejar clara la importancia de la investigación, ¿por qué es necesario investigar?
La investigación es esencial para el desarrollo de un país. La investigación puede ser el motor de la economía de un país. Tenemos varios ejemplos de países (Finlandia, Israel, Dinamarca) cuya economía se basa en su capacidad científica y tecnológica y son los que menos están notando la crisis internacional en su entorno.

Incluso si un país decide que la ciencia no sea uno de los motores de su economía necesita investigar para no quedar en manos de otros. Si en un país no se investiga, llegará un momento en que ya no será capaz siquiera de entender los descubrimientos que se realizan en otros países y no podrá aplicarlos para su desarrollo. Por poner un ejemplo, si en España no se investigara sobre trasplantes, cuando un país extranjero anuncia un nuevo método de trasplante, nuestros médicos no serían capaces de realizarlo aquí. Necesitarían aprender y eso conllevaría mucho tiempo (algo que muchos pacientes no tienen) y dinero.

Eso mismo ocurre con otros ámbitos de la investigación, como la protección del medioambiente, las comunicaciones o el aprovechamiento energético. La falta de investigación conlleva una dependencia tecnológica de otros países que sale muy cara a medio y largo plazo.

¿Qué peso tiene la investigación española en nuestro propio desarrollo?
En algunos ámbitos, como por ejemplo los trasplantes en medicina, somos una potencia mundial y estamos a la cabeza en descubrimientos y desarrollo de nuevos tratamientos. Eso hace sin duda que nuestra asistencia sanitaria tenga una calidad muy alta. En otros sectores como comunicaciones, energía o medioambiente estamos más retrasados. Por ello, el peso de la investigación en nuestro desarrollo económico como país es limitado. Tenemos una economía basada más en servicios y uso de materiales primas que en el avance tecnológico, aunque hay algunas empresas en nuestro país que consiguen exportar tecnología y tienen una gran reputación.

¿Qué opinión tiene de los recortes en I+D+i, cree que están justificados?
La situación actual de nuestro país es la que todos conocemos. Podemos discutir porqué se ha llegado a esta situación y quiénes son los responsables, pero eso no va a cambiar la realidad. En estas circunstancias hay que hacer recortes en todos los ámbitos y la ciencia no puede ser una excepción. Tenemos que aceptar que se recorte también en ciencia. Lo importante es hacerlo con cierto sentido intentando minimizar los efectos negativos.

¿Qué necesitamos con más urgencia para relanzar la investigación española, dinero o voluntad política?
En mi opinión, lo que hace falta es una buena planificación. Debemos aclarar cual queremos que sea el papel de la investigación en nuestra sociedad. Con ese objetivo definido se podrá establecer qué fondos hacen falta para ejecutar ese plan y ver la mejor forma de actuar para obtener la máxima productividad de esa inversión. En algunas instituciones ese plan está claro. Por poner un ejemplo, el presidente del CSIC ha definido un plan: No invertir excesivamente en iniciar nuevas instalaciones ni programas y dedicar los recursos que hay principalmente a mantener en los próximos dos años el sistema de I+D. Nos ha enviado cartas explicando cuales son las prioridades y lo que espera de nosotros. Nos ha pedido que intentemos conseguir más fondos y cómo hacerlo. No sé si funcionará pero al menos hay un plan bien definido.

¿Opina que la I+D+i es la mejor herramienta para salir de la crisis?
Es sin duda una de las posibilidades, pero tampoco podemos engañarnos. Desde que se hace una inversión en I+D hasta que eso genera unos resultados que revierten en la sociedad pasan unos 15 ó 20 años. Se realiza la investigación fundamental para encontrar nuevos fenómenos, posteriormente se buscan posibles aplicaciones, hay que desarrollar prototipos, mejorarlos y luego hacerlos económicamente viables. En el campo de la medicina el coste económico no es importante pero los ensayos y estudios sobre efectos secundarios a medio y largo plazo también retrasan el proceso.

Por ello, si el I+D ayuda a salir de la crisis será gracias a que se empezó a invertir hace 15 ó 20 años. Plantear que vamos a salir de la crisis haciendo ahora una gran inversión en I+D es poco realista. Sin embargo, si se deja de financiar el I+D, las investigaciones que se iniciaron hace años quedan paradas, no concluyen y esa inversión no habrá servido para nada. Ese es el principal riesgo y el mayor argumento para minimizar los recortes en I+D, no tirar por la borda lo que se ha avanzado en los últimos años.

¿Se entiende desde las administraciones que no se puede dejar de investigar, que es un proceso que exige una continuidad?
Rotundamente no. Es un mal histórico en nuestro país, que se resume en la nefasta frase de Miguel de Unamuno: “Que inventen ellos”. En los últimos 20 años se ha intentado cambiar esa conciencia social pero aún no se ha conseguido. Es algo que lleva tiempo, pero tal vez los científicos debamos hacer autocrítica en este sentido.

¿Cree, como señala la secretaria de Estado de Investigación, Carmen Vela, que el sistema de I+D+i español no es “tan grande” como para “justificar el pago a tantos investigadores como se está haciendo ahora”?
Esa afirmación me sorprendió. No conozco los argumentos o los datos que maneja para llegar a esa conclusión (no digo que no los tenga, sólo que yo no los conozco). Como ya he indicado, debemos decidir primero cuál debe ser el papel de la ciencia en nuestro país. Con ese objetivo se puede determinar el tamaño y el formato del sistema de I+D que necesitamos.

¿Qué se puede hacer para evitar la fuga de cerebros? Si no hay dinero en España, ¿queda otra opción?
A veces se confunde la fuga de cerebros con la formación en el extranjero. Lo normal es que un investigador, una vez terminada su tesis doctoral y como parte de su formación se vaya unos años al extranjero. Es una forma de conocer nuevos métodos de trabajo y crecer como científico. Cuando vuelve, trae consigo nuevos conocimientos para enriquecer el sistema de I+D en España. Cualquier institución de prestigio exige varios años de experiencia en distintos sitios para contratar a sus científicos. Esto no es una fuga de cerebros, que es algo que afecta a investigadores con más experiencia.

El programa Ramón y Cajal, implantado por el PP y posteriormente apoyado y potenciado por el gobierno del PSOE, ha permitido paliar el problema en gran medida. Ha dado la oportunidad de que muchos jóvenes brillantes vuelvan del extranjero con cierta independencia y estabilidad. Es un programa muy competitivo que permite a un científico incorporarse a un centro de investigación. Durante los primeros cinco años el programa paga la mitad de salario y le da dinero para iniciar su investigación. La institución que le acoge (Universidades, el CSIC, etc.) se comprometía a que si pasados los 5 años el científico recibía una evaluación positiva le crearía una plaza estable, es decir, algo que no caduca y cuya continuidad depende solo de su rendimiento. Por desgracia, algunas instituciones con problema económicos graves están empezando a incumplir estos acuerdos. Eso sí puede producir una fuga de cerebros grave.
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