INVESTIGACIÓN
Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio revisan 49 estudios de vacunas en seres humanos que datan de hace 30 años y que documentan cómo el estrés, la depresión y los comportamientos de mala salud pueden afectar negativamente la respuesta inmunitaria del cuerpo a la vacunación y cómo la mejora de los factores de salud puede mejorar esa respuesta.