La recesión no ha llegado para quedarse, a pesar de lo que puedan decir los augures más pesimistas. El mensaje que ha dado la Comisión Europea no es tan negativo como parece.
Los españoles asistimos a dos mensajes contradictorios, los dos pronunciados el mismo día, y ambos por una voz autorizada. Por un lado, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho en sede parlamentaria que en 2014 comenzará la
la recuperación del empleo. Por otro lado, la Comisión Europea dice que
la recesión se prolongará hasta el año 2014. ¿En qué quedamos? Porque, sin crecimiento no puede haber creación de empleo que valga.
La Comisión Europea le ha hecho una seria advertencia a España. Señala que nuestra economía está todavía atenazada por los desequilibrios macroeconómicos. Nosotros hemos dado cuenta, en el periódico, de cómo esos desequilibrios se están empezando a corregir: Lento desapalancamiento de la economía privada, más lenta reducción del déficit público, descenso del consumo y de las importaciones, caída de los salarios y subida de las exportaciones, caída de los precios de la vivienda… El sentido es bueno. El ritmo, nos dice la CE, no.
El ritmo no es bueno en el ajuste. Vamos a llegar a una tasa de paro del 27 por ciento, y ello tendrá efectos de segunda ronda: el paro de larga duración resta productividad a los trabajadores, lo cual hará que baje la productividad de la economía española y, con ella, el potencial de crecimiento.
Otro de los puntos que señala el informe, y que es muy importante, es la lentitud con la que el sector privado está reduciendo su deuda. En los máximos previos a la crisis estaba en el 227 por ciento, y desde entonces sólo se ha reducido en 15 puntos. Con un paro lacerante, y la riqueza de las familias cayendo casi al ritmo de los precios de la vivienda, es normal que eso ocurra. Así las cosas, señala el informe, la alta tasa de desempleo es un gozne que frena el verdadero ajuste y, con él, la recuperación española.
Por esos y otros motivos, el comisario de asuntos económicos y monetarios, Olli Rehn, ha dicho que “pese a las reformas llevadas a cabo en 2012 y más allá, España tiene desequilibrios excesivos. Por ello, son necesarias reformas adicionales en algunas áreas y estamos trabajando estrechamente con el Gobierno español para respaldar la corrección de estos desafíos formidables”.
La Comisión menciona varias, que ya hemos recogido en el periódico. Pero el asunto central sigue siendo el empleo. Las palabras de Rajoy pueden casar con la previsión de que la recesión continúe en 2014, si es sólo en los primeros meses del año que viene, y en los últimos se recupera el crecimiento con fuerza. El problema no es tanto cuándo comience a crecer España como el ritmo al que lo haga. Y aquí estamos atenazados, como señala la CE, por el círculo vicioso del alto paro y el alto endeudamiento.