La bomba que guarda Bárcenas
Joaquín Vila
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directorelimparciales/8/8/20
domingo 30 de junio de 2013, 17:00h
Hasta ahora, lo único que se sabe o que se ha comprobado es que Bárcenas se forró durante su etapa de tesorero del PP. Se llevó comisiones millonarias que, luego, colocaba en paraísos fiscales. Amasó una fortuna incalculable, que supera los cincuenta millones de euros. Que se sepa. Por eso, está en la cárcel.
Ahora la incógnita estriba en la existencia, o no, de esa famosa bomba que supuestamente guarda Bárcenas y que, como venganza, haría estallar al PP en mil pedazos. Hay muchos nombres en las listas que se han filtrado por aquí y por allá. Y es posible que, en efecto, muchos dirigentes del partido cobraran sobresueldos con los sobrecitos que les daba el chulo de Bárcenas. Lo que parece menos creíble es que esos sobrecitos figurasen en una lista cutre y amarillenta escrita en un papelucho. Pues cuando se paga en negro e ilícitamente a nadie se le ocurre apuntarlo.
Pero la famosa lista que, según todos los indicios, elaboraron a pachas el ex tesorero y el abogado Jorge Trías, que entonces era diputado del PP y no debió cobrar (y de ahí la venganza) son unos simples y arrugados papelillos escritos a mano que nadie sabe si son o no auténticos y que llegaron, ya es casualidad, a “El País”, el periódico más interesado en dañar la imagen del PP.
La sospecha más fundada apunta a que las listas en cuestión no son más que un mero invento de Bárcenas y Trías para vengarse del partido que les dejó en la estacada. El juez Ruz anda como loco para llegar hasta el final. Pero el camino es tortuoso y las pruebas que maneja, de momento, sólo apuntan al enriquecimiento ilícito y vergonzante de Bárcenas.
Dicen que el ex tesorero guarda esa bomba para hacer añicos al PP. Aunque hay que pensar que ya ha sacado toda la basura que tenía o que se ha inventado. Pues la lista de presuntos cobradores que han filtrado los socios de Bárcenas es interminable. De ahí, que por mucho que el juez hurgue no encuentre nada más que los millones que Bárcenas ha escondido por todos los confines del planeta.
Es verdad que, como hemos denunciado reiteradamente en este periódico, tanto los partidos como los sindicatos deberían financiarse con las cuotas de sus afiliados. Así se evitarían estos escándalos, como el más flagrante de todos, el caso Filesa del PSOE. Así, el erario público no sufriría la sangría millonaria que tiene que abonarles.
Porque aquí no se salva nadie. La Junta socialista de Andalucía, y eso sí que está comprobado y sentenciado, se llevaba el dinero de los pensionistas y desempleados para repartírselos entre los amiguetes, al igual que los sindicatos que, con cada ERE, se embolsan unos buenos talegos de euros. Pues para eso están al servicio de los trabajadores.
La corrupción de la clase política hay que atajarla. Supone uno de los mayores escándalos de España. Y deberían ponerse de acuerdo los grandes partidos, que no parecen muy interesados en dejar de cobrar esos suculentos millones para sus gastos suntuosos y sus desmadrados despilfarros. Porque los españoles pagamos una millonada hasta a los proetarras de Amaiur. El colmo.
Ahora sólo falta saber si Bárcenas tiene una bomba o un petardillo de falla. Pura añagaza, quizás. Lo único claro es que va a hacer todo el daño posible. Pues lo de vivir en la cárcel, sin gomina ni corbatas de seda, puede alterar sus nervios y hacer estallar la famosa bomba o construirse otra. Que, para eso, está su aliado Jorge Trías, quien parece muy interesado en vengarse del partido que le dio la espalda. Y anda más jorobado que el fantasma de Notre-Dame.
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Director de EL IMPARCIAL
JOAQUÍN VILA es director de EL IMPARCIAL
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directorelimparciales/8/8/20
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