Insensata politización del accidente del tren Alvia
domingo 25 de agosto de 2013, 08:14h
El descarrilamiento del tren Alvia fue una tragedia que sumió a todos en un dolor compartido con las víctimas y familiares del fatal accidente, y reveló la solidaridad de la sociedad española en luctuosas circunstancias. La ministra de Fomento, Ana Pastor, fue a petición propia al Parlamento para explicar la actuación de su ministerio en lo sucedido en una comparecencia modélica, donde se centró en lo sustancial, sin caer en la dinámica de acusaciones y politización del caso. Así, se comprometió a no descansar hasta que se averigüara exacta y completamente lo ocurrido, y a tomar todas las medidas posibles para que algo semejante no vuelva a suceder, y se tengan previstos los más rigurosos protocolos y sistemas de seguridad. Con este fin, anunció la revisión general de las velocidades en toda la red ferroviaria española y propuso veinte medidas de mejora de dicha red.
Ahora, transcurrido un mes del terrible suceso, la acertada línea marcada por la señora Pastor de ir a lo importante y no politizar el accidente, convirtiéndolo en un arma arrojadiza, no se está cumpliendo. Destacados miembros del PSOE y del PP están emponzoñando el caso y se lanzan un día sí y otro también acusaciones y reproches mutuos -incluso entre miembros del propio partido- sobre posibles culpabilidades pasadas y presentes, con ataques o defensas desde al exministro de Fomento José Blanco hasta a los actuales responsables de Renfe y Adif.
Utilizar de manera partidista una tragedia como la que provocó la curva de Angrois resulta tan insensato como inútil. No es tirándose los trastos a la cabeza -en una actitud que siempre se va ampliando en una espiral maldita- cómo se conocerá la verdad de lo sucedido y se podrá prevenir para contar con la máxima seguridad. Y que así se puedan evitar, o al menos aminorar, las consecuencias de posibles errores humanos siempre imprevisibles. Lo pertinente ahora es que se deje trabajar a la Justicia, y se colabore con ella, en la instrucción que realiza el juez Luis Aláez. Lo primero que demandan los ciudadanos es que se investigue sin presiones ni distorsiones para llegar a saber cuanto antes lo que ocurrió. No que el fatal accidente ferroviario sea un nuevo “argumento” para el rifirrafe político y el “y tú más”, en un comportamiento de la clase política del que la ciudadanía está muy harta.