En una noche de copiosa lluvia sobre el Santiago Bernabéu, el Real Madrid cerró la novena jornada liguera en lo más alto de la tabla tras imponerse al Athletic por 2 a 1 en un duelo muy igualado en el que el conformismo de los rojiblancos con el empate les acabó por costar el partido.
Con la derrota del Atlético horas antes en Sevilla, el Real Madrid salió al campo sabiendo que una victoria le daría el liderato en solitario. Y haciendo gala de la intención de Zidane de comenzar cada partido con una fuerte intensidad, los titulares recompensaron a su entrenador con un gol tempranero.
Pese a la igualdad inicial, donde ambos equipos luchaban por el control de la pelota, el azar se puso de parte de los locales. Un extraordinario pase de Marcelo desde la izquierda hasta las profundidades de la banda contraria fue recibido por Isco. Emparejado con Saborit, su control acabó con la pelota alejándose de sus dominos pero el estado del campo permitió, primero, frenar la velocidad de la pelota y, en consecuencia, provocar el resbalón y caída de su marcador. Así, ya dentro del área y con el balón en sus pies, sólo tuvo que asistir a Benzema para que el francés, llegando desde atrás, anotara sin problemas casi desde el borde del área pequeña.
El gol en contra destruyó los ánimos del Athletic, que acabó retrasando sus líneas de presión y permitió al Madrid tener el control del partido. Aun así, para los blancos verse por delante y dominando acabó por tener sus efectos secundarios a la hora de defender. Bien con la pelota y relajado sin ella, al final acabó pecando ante las acometidas de Lekue por banda derecha.
Poco antes de la media hora, una subida del lateral derecho acabó con un centro que al que Pepe no atinó a despejar y Carvajal se quedó a medio camino. En medio de la confusión, Eraso metió la puntera para ceder la pelota a Sabin Merino, que fusiló sin contemplaciones la red de la portería defendida por Navas.
El empate reavivó el espíritu de los de Valverde mientras que el Madrid seguía igual. Los de Zidane llegaban a tres cuartos pero seguían siendo incapaces de penetrar la defensa de los leones. Si bien Isco era el mejor activo en la media punta, el mayor foco de peligro eran los balones mandados a la espalda de la defensa.
Al borde del descanso, un pase largo de Pepe a Bale en banda izquierda permitió un centro peligroso del galés al que Benzema y Cristiano no llegaron al remate por milímetros. Poco después, en otro envío de Kroos para Cristiano, el portugués pecó de egoísmo al tratar de resolver de manera infructuosa de manera individual cuando tenía a Isco en clara posición de remate a gol.
Para la segunda mitad, el partido se reanudó con los mismos jugadores sobre el campo y con las mismas intenciones por parte de ambos contendientes. Con la relajación defensiva blanca, Iñaki Williams no tardó en tener en sus pies la mejor ocasión para los suyos. El delantero cazó un balón en la frontal completamente solo. Con él, entró en los dominios de Navas y, sin oposición, su remate se marchó de manera inexplicable por encima del larguero.
Al otro lado, Isco seguía en su empeño de liderar a los usyos, y tras pelearse con la zaga rojiblanca, logró enviar un balón a Benzema cuyo remate de cabeza picado paró Iraizoz sobre la línea de gol.
Salvo esas ocasiones esporádicas, el Madrid no terminaba de generar peligro real sobre Iraizoz. A medida que el runrún iba ampliando su eco en las gradas, Zidane reaccionó con un primer cambio dando entrada a su sexto hombre habitual en el minuto 65: Lucas Vázquez. Sin embargo, el jugador elegido para volver al banquillo no gustó al Bernabéu: Isco.
Pese a la disconformidad del público, el Real Madrid logró lo que buscaba. Con Bale cambiado a la izquierda y Lucas Vázquez en banda derecha, Zidane logró abrir el campo. Hasta Kroos se decidió a subir la línea de presión de los blancos. Así, el Athletic acabó por renunciar casi al ataque y fue retrasando sus líneas ante las nuevas acometidas de su rival, que eso sí, no pasaban de ser centros u ocasiones generadas por sus propios errores.
De nuevo, era el momento de meter a otro revuslsivo. A quince minutos del final, Morata entró en lugar de Benzema. Tenía así la oportunidad de celebrar sus 24 años recién cumplidos protagonizando una remontada.
Valverde también reaccionaba poblando su medio campo relevando a Raúl García con Iturraspe. El pasado colchonero del delantero del Athletic no cayó en el olvido del Bernabéu, como bien lo hizo notar cuando marchaba camino de su asiento en el banquillo.
De vuelta al juego, de nuevo eran los balones largos a la espalda de la saga los que más réditos daban al Real Madrid. Con Bale como receptor del uno de ellos, entró en el área para enfrentarse a un mano a mano con Iraizoz o ceder a la derecha para la llegada franca de Cristiano. Sin embargo, la decisión final del galés se quedó en tierra de nadie y su centro chut errado esfumó cualquier posibilidad de gol.
En el siguiente intento fue Lucas Vázquez el que se quedó con un oportunidad de oro, pero el canterano se chocó con la pelota contra Morata en el momento clave, dejando que apareciera la zaga vasca para despejar. Sin embargo, la sana intención de Susaeta –que había entrado por Sabin Merino instantes antes- de mandar la pelota más allá de los límites del campo estuvo a punto de costarle un disgusto cuando se puso entre medias San José para desviar la pelota de vuelta a su portería. A la vez que se recuperaba de la bajada de tensión, vio cómo por fortuna ese balón se marchaba por encima del larguero que no por debajo.
Con el paso de los minutos y el 1-1 en el electrónico, el Athletic se dispuso a salvar el botín que consideraba suficiente con el empate y se parapetó atrás. La presión del Madrid, enfrascado en una busca fútil del segundo tanto, les iba haciendo retrasar las líneas aún más.
Al final, el toque de corneta blanco acabó por tener su recompensa. Cuando más calma tuvo, el Madrid movió con paciencia la pelota en la zona izquierda mientras Bale daba unos pasos atrás para recibirla. Así lo quiso y así fue. Ya con ella en los pies y sin nadie alrededor que lo molestara, levantó la cabeza y mandó un balón al espacio para que, por enésima vez, los arietes del Madrid se adelantaran a la defensa del Athletic. Morata, de primeras, logró rematar. Iraizoz, a su vez, contuvo el balón en un primer instante, pero no logró evitar que se le escapara. Ahí apareció de nuevo el delantero blanco para lograr el tanto en segunda instancia.
Con la alegría de haber logrado por fin el 2-1, el Real Madrid volvió a pecar de falta de concentración y un mal pase de Varane se convirtió en la oportunidad para redimirse a Iñaki Williams, que volvió a disponer de un mano a mano. Esta vez, aunque logró chutar entre palos, se encontró con la mano de Navas.
Y así, en medio de un carrusel de emociones por el éxtasis de la remontada y el susto de Williams, sumado a la desesperación de Cristiano al fallar un mano a mano claro con Iraizoz, el partido llegó a su fin.
- Ficha técnica:
2.- Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo; Kovacic, Kroos, Isco (Lucas Vázquez, min. 65); Bale, Benzema (Morata, min. 75) y Cristiano.
1.- Athletic: Iraizoz; Lekue, Etxeita, Laporte, Saborit (Muniain, min. 86); Mikel Rico, San José; Williams, Raúl García (Iturraspe, min. 76), Sabin Merino (Susaeta, min. 81); y Eraso.
Goles: 1-0, min. 7: Benzema; 1-1, min. 27: Sabin Merino; 2-1, min. 84: Morata.
Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité Gallego). Mostró cartulina amarilla a Etxeita (min. 31), Raúl García (min. 55) y Laporte (min. 85) por parte del Athletic y a Carvajal (min. 92).
Incidencias: partido correspondiente a la novena jornada de la Liga Santander disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante cerca de 60.000 espectadores.