La Mesa del Parlament se reúne este martes para abordar la delegación de voto de los tres diputados presos -Oriol Junqueras, Jordi Sánchez y Joaquim Forn- y cuatro de los cinco huidos de cara a la próxima sesión de investidura, para la que el presidente de la Cámara catalana, Roger Torrent, ha propuesto a Carles Puigdemont, quien ha retirado su petición de delegar el voto.
El precedente de la sesión constitutiva del Parlament, en la que los tres encarcelados pudieron delegar el voto, invita a pensar en que en el pleno de investidura también podrán acogerse a este derecho, que no deja de ser una interpretación del reglamento de la cámara, que no contempla propiamente la posibilidad de que un diputado delegue su voto estando preso.
En concreto, el reglamento fija de forma excepcional la posibilidad de delegación de voto en otro diputado, pero sólo en supuestos de baja por maternidad o paternidad, hospitalización, enfermedad grave o incapacidad prolongada debidamente justificada. No se puede delegar el voto en los actos constitucionales y estatutarios, "y la investidura es indudablemente uno de ellos", que sólo se pueden entender como actos de carácter indelegable y que han de realizarse de forma presencial.