El balear fue capaz de debutar con solvencia el día en que Djokovic se despeñó.
"He empezado bien y las sensaciones han sido buenas. Me motiva y me hace ilusión jugar con este publico. Ya pienso en el partido de mañana y cuando salga a la pista intentaré ganar", avanzó Rafael Nadal este miércoles, después de haber debutado con victoria en el Masters 1.000 de Madrid. El balear mostró su buen nivel desde que empezó el curso de tierra y arrasó a Gael Monfils en 73 minutos. El 6-3 y 6-1 definitivo remarcó la jerarquía de un jugador que reforzó su candidatura al título.
El número 1 de la ATP evidenció frescura, todo lo contrario del francés, que arribó a la capital española arrastrando molestias en su tendón de Aquiles. Y sólo pudo ejercer como ilustre sujeto pasivo del zurdo legendario. Tres dejadas delicadas y algún que otro guiño a la tribuna fue su testimonio en la vigésima victoria consecutiva del manacorí en tierra batida. En la Caja Mágica, Rafael fue resolutivo y afianzó su imperial inercia en dicha superficie.
Para vislumbrar el último partido cedido en polvo de ladrillo hay que remontarse a los cuartos de final del Masters 1.000 de Roma 2017. Perdió ante un Dominic Thiem al alza. Pero en 2018 lleva ya 48 sets ganados de manera concatenada, sin haber cedido una manga. Así, queda a un set de igualar la racha que John McEnroe firmó en el 84 y sobre moqueta. "Estoy en un torneo y estoy concentrado en ello. No conocía ese récord y no le doy mayor importancia. Para mi cada partido es importante y aún más ahora. Sea cual sea el rival intento dar lo máximo sin pensar en los récords", sintetizó.
Nadal, que se medirá en octavos de final ante el argentino Diego Schwartzman -derrotó al codirector del torneo Feliciano López por 7-5, 2-6 y 6-2, que se despidió después de 17 participaciones en Madrid-, se refirió a la campanada de lo que va de campeonato. Y es que Novak Djokovic perdió contra el británico Kyle Edmund. "Cuando Djokovic juega siempre es favorito y cuando pierde siempre es una sorpresa. El tenis es un deporte que los partidos se deciden por pocos detalles y cuando las cosas van bien todo es más sencillo y cuando no van bien todo se complica. Pero creo que va dando sus pasos para que un jugador de su categoría esté donde tiene que estar", sentenció el balear.
El caso es que el jugador de Belgrado se la volvió a pegar en esta temporada tenebrosa para su pedigrí. Batalló 'Nole' pero perdió la guerra contra él mismo. Edmund, que debutaba en este torneo y nunca había robado siquiera un set al balcánico, se impuso por 6-3, 2-6 y 6-3 en una hora y 42 minutos. Djokovic acusó el cansancio y padeció un bajón de energía abrupto en el tramo decisivo. A pesar de haberse estrenado ganando a Nishikori, susurrando su renacer, en esta fecha volvió al hoyo. Eso sí, declaró que "no es el fin del mundo".
"Es una leyenda de este deporte. Uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, así que, sí, es una gran victoria para mí", apuntó el británico sobre su gesta personal. Ahora, eliminado el ganador en la capital en 2011 y 2016, se cruzará en el camino de David Goffin. El belga, por su parte, accedió a los octavos al tumbar a Robin Haase por 7-5 y 6-3. Y en esa misma fase tampoco competirá Fernando Verdasco. El jugador local no supo cómo dañar a Leonardo Mayer y perdió con total nitidez (6-2 y 6-1).
Asimismo, la armada española vio cómo se caían también Roberto Bautista y Albert Ramos. El primero amagó con volver a remontar pero no pudo ganar en consistencia al alemán Philipp Kohlschreiber. El levantino acabó pereciendo por 6-3, 4-6 y 7-5, habiendo desperdiciado una pelota de partido. Y el catalán, en cambio, sucumbió de forma más clara ante el especialista Pablo Cuevas. El uruguayo, semifinalista de este torneo, se llevó la pugna mental y venció por 6-1, 6-7 y 6-2.
Por último, el quinto cabeza de serie Dominic Thiem fue exigido por Federico Delbonis pero escapó y salió a flote. El austríaco, que fue finalista en la pasada edición, bregó contra el rodaje del argentino, que venía de la fase previa, y su esfuerzo llegó la orilla después de dos horas y 23 minutos. Su 4-6, 6-3 y 7-5 favorable le cita con Borna Coric, que derrotó a Jan-Lennard Struff por 6-0 y 6-2. Y Alexander Zverev, tres de la ATP, cumplió con los pronósticos y arrasó a Evgeny Donskoy (6-2 y 7-5). Leonardo Mayer será su siguiente filtro.