El catedrático de la UNED Diego Sánchez Meca ha dirigido en la editorial Tecnos una versión en castellano de la obra completa de Friedrich Nietzsche (1844-1900), el filósofo más influyente del pasado siglo y lo que llevamos de este. Esta edición se hace particularmente notable por incluir una compilación íntegra de los controvertidos “fragmentos póstumos” del autor. Dichos fragmentos sirvieron en su día para poner en pie una obra “ficticia” de Nietzsche, en la que supuestamente se cifraría el sentido último de su pensamiento. Con su pormenorizada labor, el profesor Sánchez Meca y su equipo han desarticulado esta y otras mistificaciones sobre la obra de Nietzsche, tratando de resituarla en sus justos (y poderosos) términos. El título que ahora nos entrega la editorial Tecnos, El itinerario intelectual de Nietzsche, sirve como introducción general al monumental trabajo de edición de sus obras completas. No se trata, sin embargo, de un libro escrito ex profeso con esa intención, sino que es la recopilación de las introducciones que Sánchez Meca elaboró para cada uno de los volúmenes de esa edición. Por esta razón, el texto adolece de alguna falta de cohesión y a veces incurre en cierta reiteración de argumentos. Pero seguramente a la persona lectora esto no le importará demasiado, porque la invitación a recorrer de un tirón el paisaje de fondo que van componiendo los diferentes escritos del pensador alemán es tan sugestiva que no se puede rechazar.
La obra de Nietzsche es el relato inspirador de todas las filosofías cuyo influjo se ha hecho sentir con más intensidad en nuestra época. Autores tan decisivos para el fin de la Modernidad como Heidegger o Deleuze son epígonos literales suyos. Sin entrar en inciertas valoraciones políticas, ambos pensadores representan tentativas diversas de contrailustración, desde el convencimiento de que el único papel que le puede ya quedar a la filosofía es el de encarnar una autorreflexión radicalmente crítica sobre los fundamentos normativos y representativos de nuestra civilización.
Sin embargo, el discurso que aquí nos ofrece Sánchez Meca discurre por otros derroteros. Él nos presenta un Nietzsche que radicaliza el legado de la Ilustración sin que ello implique una ruptura definitiva con sus principios reguladores. A través de una lectura selectiva de sus obras dirigida por las notificaciones que se hallan en los fragmentos póstumos, el autor trata de delinear la coherencia global del pensamiento de Nietzsche sobre su cualidad de ejercicio sistemático de crítica de la cultura, conducido por una reconstrucción de la facultad moral de la humanidad desde criterios, a un tiempo, organicistas y estéticos. Nietzsche invirtió toda su pasión -nunca abandonada- por el análisis filológico, la crítica de arte y el conocimiento naturalista científico para sustentar una fertilidad que enjuicia y descubre que no ha dejado ya de interpelar ni un solo momento a la conciencia de nuestro tiempo (es decir, a “nuestra conciencia del tiempo”).
Todo libro sobre Nietzsche constituye una pretensión de explicar las razones de su vigencia. Cabría decir que el itinerario intelectual de Nietzsche no ha encontrado aún su culminación, y estas páginas tratan de resituar su filosofía (más allá del inmenso espectro de formulaciones contradictorias a que ha dado lugar), en torno a una pregunta: “¿Cómo sería posible una cultura de la diversidad y de la coexistencia de valores y formas de vida diferentes, […] una cultura de la transformación como destrucción y nueva creación de normas y leyes en función del movimiento mismo de la vida en su devenir hacia el desarrollo de sus posibilidades potenciales?” Por favor, absténganse nihilistas.