El infranqueable italiano Molinari sumó el punto que terminó resultando decisivo.
Europa vuelve a reinar en la Ryder Cup. El equipo continental derrotó a Estados Unidos en la pomposa competición bieneal que se ha disputado este fin de semana en Le Golf National, a las afueras de París, graciasa un manejo sensaciona de la ventaja granjeada en los días previos. Este domingo clausuró su gran actuación para cerrar un marcador abultado de 17,5 a 10,5 que deja a los representantes norteamericanos en un discreto lugar.
La euforia europea ya se había desatado en las dos jornadas anteriores. No obstantes, se llegaba a esta fecha con una ventaja de cuatro puntos. Y la sesión de partidos individuales se decidiría el título y los visitantes arrancaron con el anhelo de llenar de dudas a los jugadores del bloque en franquía. Josá María Olazábal vaticinó que "la clave son los primeros cinco partidos" y no fallaría. El capitán de Europa en la última victoria en suelo estadounidenses, en 2012 en Medinah, Ilinois, se refirió también al cara a cara que desatarían Tiger Woods y Jon Rahm.
"Tiger tiene muchas escamas. Hoy es el día que más ha descansado y Jon lo va a tener difícil", analizó la leyenda española, pero el jugador vasco aprovechó el cansancio físico y mental del favorito -que ha arrastrado su primera victoria en cinco años lograda el pasado fin de semana- para ganarle, confirmándose como uno de los golfistas de referencia en el plano internacional. Había perdido sus dos duelos precedentes, pero Rahm mandaría siempre en la iniciativa para darse el gusto de ganar al estadounidense.
"He vuelto a jugar como juega Jon Rahm y me he asegurado de controlar las emociones. Creo que he estado bastante equilibrado todo el día. Se puede decir que he jugado contra el golfista que asusta más, el mejor de la historia que le va bastante bien. No puedo estar más contento de haber ayudado al equipo", sintetizó el jugador de Barrika que tuvo que superar los fantasmas de inseguridad que podrían haber emanado tras su discreto comienzo de campeonato.
Ésta supuso la segunda victoria de la mañana para los locales. El duelo inaugural acabó en tablas entre Paul Casey y Brooks Koepka, pero el danés Thornbjorn Olesen sorprendió a Jordan Spieth (5-4) y el joven español refrendaría la superioridad europea. A continuación se nublaba la perspectiva para los norteamericanos, pues el número uno del mundo Dustin Johnson era doblegado por Ian Poulter. Y, en un guiño del destino, fue el italiano Francesco Molinari, protagonista del torneo, el que firmó la gloria al forzar a Phil Mickelson a tirar la toalla, para el alborozo generalizado en el campo.
Para el recuerdo han quedado las cuatro victorias de la pareja formada por Molinari y el inglés Tommy Fleetwood. Asimismo, la venganza de la derrota sufrida en Minnesota hace dos años también llevó el autógrafo de un Sergio García que se llevó el récord de 25,5 puntos en sus nueve participaciones en la Ryder, que supera los 25 del inglés Nick Faldo. El castellonense ganaría a Rickie Fowler para hacer historia y maquillar su discreta temporada.
"Creo que muchos pensaron que la Ryder Cup estaba resuelta antes de jugarla y me temo que desafortunadamente se ha encontrado con el equipo equivocado. No lloro normalmente, pero no me he podido contener. Qué semana. Ha sido un año duro, pero he luchado mucho. Nunca me habían animado tanto como esta semana. Ha sido impresionante y estoy muy contento de que puedan celebrar ahora", analizó un feliz Sergio García.
Los puntos ganados por el sueco Henrik Stenson contra Bubba Watson y el sueco Alex Noren contra Bryson Dechambeau dejaron el resultado en 17,5-10,5, una diferencia de puntos que no se repetía desde 2006. En esta debacle dominical estadounidense sólo sacarían la cara Justin Thomas, Webb Simpson, Tony Finau, y Patrick Reed. Lo hicieron con sus victorias ante Rory McIlroy, Justin Rose, Tommy Fleetwood y Tyrrell Hatton. Nada podría interponerse en el canto victorioso del golf español, representado por Rahm, García, Víctor García y Pello Iguarán -caddies de Sergio García y Francesco Molinari-, los árbitros José María Zamora y Miguel Vidaor y el greenkeeper Alejandro Reyes.