También le recrimina por dar valoraciones de opinión sobre lo acentecido.
No han transcurrido más de cinco minutos del turno de los testigos en el juicio del procés cuando el presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha tenido que interrumpirlo por primera vez: "No empezamos bien".
El diputado de ERC Joan Tardá ha intentado responder en catalán a la acusación popular que ejerce Vox y Marchena le ha frenado para recordarle que, como testigo, "tiene la obligación de emplear la lengua oficial del foro del lugar donde se desarrolla el juicio".
"Otra cosa es que sala haya concedido el derecho a los acusados a expresarse en su lengua, lo que han rechazado", le ha explicado antes de recalcar que no tiene derecho a contestar en catalán.
Segundos después, Marchena ha vuelto a detener la testifical cuando el parlamentario ha comenzado, en castellano, con el siguiente mensaje: "Este juicio está inspirado en la venganza".
El presidente del tribunal, que antes de llamar a Tardá ya había advertido de que no admitiría valoraciones o la expresión de opiniones políticas, lo ha interrumpido para recordar que se ha puesto al servicio de la administración exclusivamente para el esclarecimiento de los hechos.