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entrevista

Keanu Reeves: "Hay que ser un poco lunático para dedicarse al cine"

domingo 03 de agosto de 2008, 20:57h
¿Qué se ha llevado este trabajo de usted?
¡Nada! Todo ha sido un auténtico regalo en este trabajo. Yo soy un actor y necesito retos que me hagan dar lo mejor de mí. Cada personaje me hace esforzarme hasta límites insospechados. Yo creí que con Neo, en “Matrix”, había "tocado techo", pero “Constantine” me llegó más profundo todavía… Me divertí mucho interpretándolo porque es un personaje muy complicado y, como actor, éso es lo que más me motiva…

¿La suya es una vocación infantil?
Siempre me apuntaba a los grupos de teatro del colegio, pero me gustaba más la juerga con los amigos que estudiar Arte Dramático, aunque me encantaba actuar. Mis ratos libres los pasaba jugando al hockey con mis amigos, tenían un equipo de competición y yo era el portero…


Dicen que era dificil "colarle" una...
Me llamaban "El muro"… ¡por algo sería! Seguramente, de no haberme dado tan fuerte mi afición por la escena, ahora estaría compitiendo en la liga profesional. Aún juego, de vez en cuando, con un grupo de amigos...

¿Son los mismos que forman su grupo de música?
No, ésos son otros. Como se suele decir "zapatero a tus zapatos". En mi grupo musical toco el bajo y ¡no sabes lo que disfruto! Es otra manera de actuar y hace que me olvide de todo. Consigo abstraerme de lo bueno y malo del día a día...

¿La vida le ha pasado una factura muy alta?
Todos tenemos cosas que agradecer y, también, por las que quejarnos. Yo he pasado por situaciones límites, que me han dado "de lleno" en mi vida personal, pero también he podido sonreír gracias a lo bueno que me ha dado la profesión. Digamos que he recibido lo que tenía previsto en mi destino.

¿Ha habido muchas renuncias?
Siempre se quedan cosas en el camino, pero no me arrepiento de ello. Desde hace mucho tiempo he asumido las consecuencias de haber elegido esta profesión. Llevo una vida que me permite, fuera del trabajo, hacer las cosas que me gustan. Mi trabajo es un poco anárquico, así que uno se acostumbra a no tener horarios fijos de comida, a romper planes con los amigos, a disponer de poco tiempo para sus cosas...

Y los demás ¿también lo entienden?
Eso ya es más dificil. Hay que ser un poco lunático para dedicarte a esto, y no le puedes pedir a los que te rodean que "lo dejen todo" por seguir tu ritmo. Tengo muchos amigos de la infancia, pero mi vida nada tiene que ver con la suya, ni mi ambiente, ni siquiera las prioridades...

¿Cuáles son las suyas?
Soy actor, ¿no?... mi prioridad es mi trabajo. El resto de mi vida gira en torno a él, porque todo lo que me ocurre profesionalmente condiciona toda mi existencia... No he formado una familia, así que no me debo a nadie...


¿Echa en falta la estabilidad emocional?
La tengo... aunque no esté enamorado. Emocionalmente me siento una persona equilibrada. He luchado mucho para que este trabajo no me haga perder "el norte", no dejarme llevar por la vanidad, valorar lo que tengo y pensar que todo esto es pasajero...

¿Qué hará cuando todo esto se acabe?
Espero que dure un poco más ¿no?... pero ten la seguridad que sabré reciclar mi vida. Tengo muchas aficiones, al margen de mi trabajo, y puede que ahí estuviera mi segunda oportunidad. Me gusta el hockey, del que ya hemos hablado, tengo mi banda de música y me muero por la velocidad de las motos de gran cilindrada. ¿No te parece que tengo mucho donde elegir?

Sin duda.... ¿Hay sitio también para formar una familia?
Para eso el sitio se hace, lo difícil es encontrar la persona apropiada. Yo soy un gran defensor de la mujer, casi te diría que sois mi espina dorsal, empezando por mi madre y terminando por la que llegue a compartir mi vida, si ése día llega... He aprendido, gran parte de lo que soy, de las mujeres...

¿Le afecta lo que la gente piense de usted, Keanu?
-Nada en absoluto. Soy de la teoría de que cada uno debe preocuparse por ser coherente en su vida y, por supuesto, en su trabajo. Yo acepto las críticas, buenas y malas, siempre que sean el resultado de esa coherencia... pero el peor crítico soy yo mismo. Yo sé, perfectamente, cuándo he "bordado" un trabajo y cuando no he dado "lo máximo"... Yo sé cuando fracaso y cuando acierto...

¿Alguna vez ha tenido esa sensación de "no doy la talla"?
Ahora ya no tanto pero, al principio, cuando me presentaba a los castings y me decían que no era lo que buscaban, sentía una frustración tremenda, me desmoronaba. Con el tiempo me fui dando cuenta que éso formaba parte de mi trabajo y que vendrían muchas negativas más.


De todas formas, la suya no ha sido una carrera de muchos obstáculos...
Los suficientes como para crearme más afición todavía. En eso tengo mucho de deportista, de espíritu competitivo. Ya no me derrumbo fácilmente con las cosas adversas, he aprendido a crecerme en los momentos duros y disfrutar " a tope" lo bueno que me trae la vida. Al fin y al cabo, soy un privilegiado. Trabajo en lo que me gusta y puedo vivir de ello con holgura. Sería un ingrato si aspirase a más....