El Gobierno, por voz de su ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha confirmado que los acuerdos que salgan de la mesa de negociación entre gobiernos, es decir, el de España y el de la Generalidad, se someterán después a una consulta para que la ciudadanía de Cataluña los avale o rechace.
Esta cesión de Pedro Sánchez a ERC para que garanticen su investidura es para el presidente de Vox, Santiago Abascal, "simplemente, un golpe de Estado". Opina que "los residentes en Cataluña (como los residentes en Teruel) no pueden votar algo que afecte a todos los españoles" y ha afirmado que "todos los culpables, antes o después, rendirán cuentas ante la Soberanía del pueblo español".
Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, ha acusado a Pedro Sánchez de "consumar la traición a España" y ha sido claro: "Nos acusaban de exagerar, pero nos quedamos cortos. Responderemos con firmeza. Sánchez consuma la traición a España que denuncié hace un año al descubrir las conclusiones de Pedralbes. Ha pactado un referéndum con los delincuentes que dieron un golpe al Estado para ser investido".
Sobre la convocatoria del debate de investidura de Sánchez, Casado ha denunciado que el candidato del PSOE "se esconde de la opinión pública para no ser humillado por sus contradicciones y cesiones a los enemigos de España".
Igualmente, la portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, ha calificado de "atropello inédito" las cesiones del PSOE a ERC y ha alertado de que "si el PSOE sigue sin frenar a Pedro Sánchez, la igualdad de todos los españoles se quebrará aún más".
Ha advertido de que "no se puede decidir qué es España sin contar con el conjunto del pueblo español" y en Twitter afirmaba: "Esta cesión al separatismo es un atropello inédito y absolutamente intolerable".
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