El madrileño se defendió en la victoria de Peterhansel y el asturiano perdió casi media hora.
El Dakar cuenta con particularidades que pueden provocar el paso del cielo al infierno en cuestión de horas. Carlos Sainz venció este martes la tercera etapa y se colocó como líder, con lo que le tocaría ser el primero en salir este miércoles, abriendo la ruta para el resto y teniendo que lidiar con un recorrido de 672 kilómetros, de los que 453 fueron cronometrados. De nuevo en la ciudad de Neom, a orillas del Mar Rojo.
Y el madrileño sólo pudo sobrevivir. Que no es posa cosa. En esta fecha no cabía más pretensión que esa. Mantuvo el primer puesto en la clasificación general gracias a la maestría compartida con su mano derecha en todos los parciales que iba cruzando. Su calidad de pilotaje le aferró a la pista y no cedería tiempo prácticamente hasta arribar al último tramo, el que dificultaba la navegación estar compuesto de ríos de arena y cañones donde era muy fácil perderse.
Sainz cruzó la meta y al término de la competición que ganaría el piloto francés Stéphane Peterhansel (Mini) alcanzó a sostener un colchón de 3 minutos y 3 segundos como puntero de la prueba. Su mayor amenaza, con esa escueta desventaja, es ahora el defensor del título y el catarí Nasser Al Attiyah (Toyota). El español perdió este miércoles arriesgado 7 minutos y 18 segundos con Peterhansel, pero pasó el trago todavía en la cima. Al final, Carlos aclaró que desde un principio sabía que sus oponentes más peligrosos eran mito francés y el catarí.
La jornada sería también trompicada para Fernando Alonso. El asturiano, que venía de firmar una extraordinaria cuarta plaza, se dejó más de 26 minutos con Peterhansel -a pesar de que el francés se perdiera y se alejara hasta casi un kilómetro y medio del rumbo-. El ovetense explicó que rodó los últimos 150 kilómetros si rueda de repuesto. Había padecido tres pinchazos durante el día, igual que sus compañeros de equipo en Toyota. "Ha sido una buena etapa en cuanto sensaciones, pero muy difícil, complicada y larga, donde hemos pasado diez horas en el coche. Habíamos sitios donde teníamos que respirar hondo los dos y concentrarnos para seguir. Mentalmente fue muy exigente", analizó.
Alonso, que aclaró que al inicio perdió tiempo al tener que dejar pasar a sus colegas en Toyota Al Attiyah y Yazeed Al Rajhi, confesó que "esos últimos 150 kilómetros se hicieron interminables. Teníamos que ir despacito porque eran sitios de muchas rocas y complicados". "Estoy contento de llegar a aquí y no haber tenido un percance mayor. Todo para mí es nuevo y trato de absorber con entusiasmo todo lo que me va llegando. Cualquier detalle lo vivo con plenitud. Han sido cuatro días intensivos y muy completos en experiencias donde he tenido de todo. He tenido etapas buenas y malas, días de pinchazo y días de hacer mecánico", sintetizó el ilustre debutante.
Finalmente, en la categoría de coches, que se ha visto comprimida en la parte alta de la tabla clasificatoria, otro piloto español lo pasaría realmente mal. Se trató de Joan 'Nani' Roma (Borgward). El experimentado catalán sufrió un problema técnico en su coche cuando atravesaba el kilómetro 354. La máquina se le paró en ese punto y quedó constreñido a esperar al camión de asistencia para poder repararla y volver a emprender la marcha. Con la consiguiente pérdida abismal de tiempo que todo ese proceso conlleva.
Por otro lado, en motos el triunfador del día fue el piloto chileno Nacho Cornejo (Honda). Ganó la primera etapa del Dakar de su trayectoria deportiva y lo hizo al, amortizar la sanción de cinco minutos que le cayó al británico Sam Sunderland (KTM) por haber cometido exceso de velocidad. La decisión de la organización deslució un final en el que el europeo había arrebatado la victoria al latinoamericano por sólo 11 segundos de distancia. Sea como fuere, Honda quemó otro capítulo de monopolio en la disciplina-
El fabricante japonés mantuvo a tres de sus cuatro pilotos en el podio provisional de la clasificación global, con el estadounidense Ricky Brabec liderando y siendo perseguido por el argentino Kevin Benavides -que recortó tiempo y quedó a 2 minutos y 30 segundos- y Cornejo -que limó su desventaja hasta dejarla en 8 minutos y 31 segundos-. El cuarto de Honda que se desinfló fue el español, Joan Barreda, quien cedió 17 minutos al sufrir una caída que le rebajó las aspiraciones. El catalán se desplomó hasta la séptima plaza general.
Asimismo, el australiano Toby Price (KTM), ganador de la primera etapa, no pudo recortar tiempo a Brabec aunque en el inicio de esta fecha aparentaba llevar un mejor ritmo. Mas, peor le fue al austríaco Matthias Walkner (KTM) y el chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna), víctimas de la complicada navegación final y que cayeron en la tabla posicional. En una etapa en la que abandonaría el francés Xavier De Soultrait (Yamaha), capaz de seguir tras haber padecido un grave corte en el brazo el martes, incidente que le forzó practicarse él mismo un torniquete con cinta adhesiva. El galo aguantó los 300 kilómetros de la especial y nada más. Añadiendo desgracia al equipo Yamaha, que el martes perdió por un grave accidente al francés Adrien Van Beveren.
Por último, en la categoría de quads volvió a ganar el chileno Ignacio Casale. Su tercera victoria de etapa en este Dakar le coloca como casi único candidato al título, salvo catástrofe. En UTV (buggys ligeros) el español José Antonio Hinojo se aupó al liderato, metiendo tres minutos de distancia con el favorito referencial a la gloria, el chileno Francisco 'Chaleco' López. Y en camiones, el ruso Eduard Nikolaev, campeón de las tres últimas ediciones de este rally, siguió su caída libre. Pero su equipo, el Kamaz, colocó a Andrey Karginov como líder de la general en esa disciplina.