Las autoridades han informado de una cifra de heridos superior a los 500 ciudadanos.
Turquía yace sobrecogida. En la tarde de este viernes se ha registrado un sismo de magnitud 6,5 en el sureste del país. En torno a las 18:00 horas se detonó un terremoto que tuvo su epicentro, según se ha detectado, en la localidad de Sivrice, según ha publicado la agencia de noticias estatal Anadolu. Sivrice es una ciudad que da cobijo a unos 10.000 habitantes y se localiza en la provincia de Elazig.
Las primeras informaciones posteriores a la noticia inicial ya hablaban del fallecimiento de ocho personas. El temblor ha resultado tan fuerte que se ha sentido en Irak y Siria, naciones vecinas. Pero las cifras se dispararían con el paso de las horas. Pasada la medianoche, las autoridades confirmaban el registro de 18 muertos y más de 500 heridos.
El ministro del Interior, Süleyman Soylu, atendió a los medios de comunicación turcos, en un primer momento, para anunciar la muerte de al menos ocho ciudadanos, amén de la constatación de los múltiples heridos (se hablaba de dos centenares) y graves daños materiales. El dirigente no quiso detallar más la información, si bien subrayó que los equipos de rescate se estaban afanando en su labor.

Soylu había comparecido anteriormente, exponiendo que se tenía constancia de dos heridos, de varios edificios colapsados y de víctimas de daños de carácter profundo. Sin querer caer en el alarmismo, el ministro se resignó ante la posibilidad de que se disparen las cifras de muertos y heridos por el sismo. Cosa que sucedería.
Horas más tardes de su alocución, compareció de nuevo para afirmar que "el número de muertos en el terremoto de Elazig aumentó a 18, 405 personas resultaron heridas en esa provincia y otras 148 en (la provincia de) Malatya". El ministro confesó, también, que "estamos haciendo todo lo posible para rescatar a 30 personas atrapadas en un edificio derrumbado".
"Nuestras instituciones están tomando todas las medidas necesarias para superar el terremoto que ocurrió en Elazig con las menores pérdidas y garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos", ha asegurado el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en su cuenta de Twitter. Más de 30 réplicas se detectaron tras el horrible temblor de tierras.

Las redes sociales han ejercido como rápida fuente de ilustración de lo acontecido. Las primeras imágenes que manejaron los medios turcos, conseguidas por medio de la vía digital, evidenciaban los problemas consiguientes al temblor, con viviendas y vehículos muy dañados en la provincia de Elazig. También se contemplaba el pánico de personas que huían a ponerse a salvo en plena calle.
Asimismo, las cadenas de televisión otomanas difundieron edificios parcialmente derruidos en torno a los que los trabajan los bomberos desplegados a la zona. El hecho del caer de la noche cerrada en el país no ayuda ni ayudará a las labores de rescate. Tampoco a la valoración de los daños. Pero la búsqueda de posibles víctimas funcionó a pleno rendimiento.
Según el centro sismográfico de Turquía, el epicentro del terremoto se ha localizado a unos 6,75 kilómetros de la superficie. A pesar de que esa institución publicó inicialmente una madgnitud de 6,8 grados, más tarde adjudicó al sismo una dimensión de 6,5 grados. Los recuerdos de la sociedad otomana han viajado en esta fecha directamente a 1999, año en el que un sismo de 7,4 sacudió la región del Mármara y causó unos 17.000 muertos y 43.000 heridos. Turquía es uno de los países con mayor actividad sísmica del mundo porque está situada sobre varias fallas activas.