El año al que hace referencia el título de esta novela es uno de esos en los que los coletazos de la revolución de 1789 continúan sacudiendo la actualidad política y social de la época. Es en este año cuando la guillotina funciona a pleno rendimiento y corta la cabeza de Luis XVI y María Antonieta. Las monarquías absolutistas de la época miraban con miedo las posibles consecuencias que tendría en cada uno de sus países esta revolución. Son años tensos y convulsos en los que hay declaraciones de guerra de unos países contra otros en función del apoyo a las ideas revolucionarias o al Antiguo Régimen.
Pues bien, en Suecia ese año también es convulso ya que esta incertidumbre política de la revolución hay que añadirle que hace apenas un año que el rey Gustavo III ha muerto y como siempre los cambios además de incertidumbre pueden traer consigo debilidad.
En esta atmósfera enrarecida es donde se produce un macabro hallazgo. En un lago de la capital del reino, Estocolmo, aparece un cadáver mutilado de una manera atroz. El descubrimiento lo hace un veterano de la guerra contra Rusia, Mickel Cardell, quien atesora en la memoria los horrores de la guerra y el sufrimiento de frentes tan duros como los que siempre han tenido lugar en las contiendas contra Rusia.
La investigación se encarga a un muy experimentado abogado, Cecil Winge, para saber quién se encuentra detrás de este horrible crimen. Si hay dos adjetivos que le caracterizan son el de incorruptible y sagaz, precisamente por eso y por la situación social del país se le encarga este trabajo. Si ya de por sí cualquier crimen hay que tratar de resolverlo a la mayor brevedad posible, en este asesinato la premura es mayor ya que Winge está afectado por la tuberculosis y su salud va en picado.
1793 ha sido premiada en Suecia como mejor libro del año. Ahora tenemos oportunidad de disfrutar de esta novela en lengua castellana y formar parte de este universo detectivesco en el gélido ambiente nórdico.