El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, avisa de que seguirán "vigilantes" para que se cumpla la ley.
Las caceroladas en el Barrio de Salamanca de Madrid contra el Gobierno ganan adeptos. Los vecinos han pasado de sacar sus cacerolas al balcón a bajar a la calle y protagonizar concentraciones improvisadas en las que piden la dimisión de Pedro Sánchez por su gestión de la crisis del coronavirus.
La Policía Nacional actuó este domingo en la calle Núñez de Balboa para disolver una concentración en la que no se respetaba la distancia de seguridad. Este miércoles, y por cuarto día consecutivo, se ha repetido la misma escena
La tarde del domingo 10 de mayo, la Policía Nacional comenzó a recibir llamadas de vecinos sobre las 20:30 horas que denunciaban que había cerca de "un centenar de personas" escuchando música y bailando en la calzada. Agentes de la Unidad de Intervención Policial y de la Unidad de Prevención y Reacción se desplazaron hasta el lugar de la concentración, donde identificaron y sancionaron a 13 personas.
La concentración de este miércoles fue muy numerosa, lo que ha despertado la preocupación del Gobierno, tal y como ha explicado José Manuel Franco en la Cadena SER: "Tenemos que tratar de que se cumpla la ley y se cumpla la distancia de seguridad. Es por la salud de todos y la mayoría de los vecinos de esa zona lo entienden".
El delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid ha advertido de que seguirán "vigilantes" para que se cumpla la ley, ya que durante el estado de alarma, y en fase 0, no está permitida la concentración de personas en la vía pública. "Nadie nos ha comunicado que iba a celebrarse una manifestación", ha añadido Franco, que pide "separar" las protestas desde los balcones "con las que se producen en la calle". Nosotros, ha dicho en alusión a la delegación del Gobierno, "tenemos que tratar de evitarlo por la salud pública de los madrileños".
Tanto José Luis Martínez Almeida como Begoña Villacís han mostrado su respaldo a las caceroladas contra el Gobierno, ahora bien si cumplen con las normas de seguridad. Según el alcade de Madrid, "en caso de que se quieran hacer, hay que hacerlas cumpliendo el estado de alarma", y defiende que "es una forma de protesta pacífica que inauguró la cacerolada contra el Rey".
Más críticos se han mostrado diputados y miembros de Vox. Durante la sesión de control al Gobierno este miércoles, el diputado Ignacio Gil Lázaro acusó a Fernando Grande-Marlaska de ejercer un "poder autoritario" por "impedir" las protestas contra el estado de alarma. "Es el brazo ejecutor del ataque contra el orden constitucional por el uso fraudulento del estado de alarma", que se traduce, en su opinión, en "un encierro generalizado de la población española con la anulación absoluta de sus derechos y un toque de queda a las once de la noche".
"Tratamos de que se cumpla la ley, no para reprimir ningún tipo de manifestación y cacerolada", ha dicho Franco en la SER, donde ha añadido que la actuación de la Policía en el barrio madrileño estos días no ha tenido afán "represivo": "Tratamos de que se cumpla la ley, no para reprimir ningún tipo de manifestación y cacerolada"