Como era previsible, el Rey sobrevoló toda la sesión de control al Gobierno, la primera celebrada desde su polémica ausencia a la entrega de despachos de nuevos jueces y tras recibir ataques de algunos ministros, como Alberto Garzón, que llegó a afirmar que el jefe del Estado "maniobra contra el Gobierno". Así, el pronunciamiento del ministro de Consumo tras sus polémicas declaraciones era hoy muy esperado.
Garzón no ha rectificado ninguna de sus palabras anteriores y se ha declarado republicano: "Soy republicano cosa que dejó de ser perseguido hace 40 años", ha dicho defendiendo el derecho de expresar sus ideas.
Ha insistido en que la Jefatura del Estado debe ser "neutral" y ha hecho hincapié en que el PP utiliza la Corona para arremeter contra el adversario político y, además, no acepta el resultado de las elecciones. "Ustedes", ha reprochado a los diputados populares entre los aplausos de la bancada del PSOE, "son muchas cosas pero no son constitucionalistas". "No aceptan otra visión de país. Ustedes están más cerca del delito que de la Constitución", ha añadido, recibiendo aplausos de Unidas Podemos y de la bancada socialista.
Mientras, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha sugerido al presidente del PP, Pablo Casado, que está "quitando años de vida a la Monarquía" al identificarla con la derecha, y ha considerado "antidemocrático y anticonstitucional" que diga que Felipe VI fue votado y él y el ministro Alberto Garzón no.
Iglesias considera que esas palabras de Casado denotan su opinión de que "el fundamento del poder soberano no es el Parlamento" y que el líder del PP reivindica la Monarquía, pero no tanto la parlamentaria, "sino la de los últimos 500 años". "Cuando ustedes utilizan a la monarquía parlamentaria para escudarse y tratar de politizar el poder judicial le están haciendo muchísimo daño", ha remarcado Iglesias, que, con ironía, ha pedido a Casado no hacer "el trabajo de los republicanos".