Gabriel Rufián ha reprochado que el presidente quiere convertir la Generalidad en un despacho de Moncloa con su ex ministro Illa.
Volvía el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mes y medio después de la última ocasión y se encontraba con el líder de la oposición, Pablo Casado. En un debate en clave electoral catalana, Sánchez hacía campaña con elogios al presidente de Vox, Santiago Abascal, para atacar a Casado.
Pablo Casado ha reprochado al presidente el oscurantismo con el que maneja la concesión de los fondos europeos, que obtuvieron el apoyo parlamentario de Vox. “Al menos no podrá decir más eso de la ultraderecha”, ha resaltado Casado, sobre la actuación de Sánchez.
El líder de la oposición ha acusado a Sánchez de buscar ocultar su "negligencia" y ha acusado al Ejecutivo de "mutilar" un informe del Consejo de Estado acerca del decreto de los fondos europeos y de querer repartir estos recursos "sin control".
“Hasta el señor Abascal le da lecciones de moderación y de sentido de Estado”, ha espetado Sánchez a Casado, “hagan una oposición útil”. El grupo parlamentario de Vox aprobó, in extremis, el decreto de los fondos europeos gracias a la abstención de Vox.
El líder de Vox intervenía justo después de Casado, y ha reprochado que en el Congreso de los Diputados “se trafica con la soberanía nacional”. La cuestión del partido verde orbitaba sobre el interés general de los españoles, lo que ha permitido a Sánchez hacer un elogio de sus políticas.
La tercera de las preguntas que tenía que enfrentar el presidente del Gobierno llegaba de sus socios de ERC y de su portavoz parlamentario Gabriel Rufián. Durante su intervención se ha sustanciado la clave de las intervenciones parlamentarias, la campaña catalana.
Rufián ha reprochado a Sánchez el querer convertir la Generalidad de Cataluña en un despacho de La Moncloa, con la victoria de su candidato Salvador Illa, ex ministro de Sanidad.