A la hora de adquirir un vehículo, la seguridad y la tranquilidad que ofrece un seguro de coche es fundamental, además de obligatorio. Pero a veces podemos sentirnos desorientados entre tantas ofertas y condiciones. Conocer los distintos tipos de seguros nos permitirá escoger el que más se adapta a nuestras necesidades.
Decidiendo a conciencia
Para evitar contratar un gran número de coberturas innecesarias, lo primordial es tener en cuenta el tipo de coche y el uso que se le va a dar. Se suele pensar que siempre es preferible contar con una póliza más completa, pero ojo, no todos los vehículos necesitan uno a todo riesgo. A menudo, un seguro a terceros con buena calidad/precio puede convertirse en la mejor alternativa para automóviles no tan nuevos. No es lo mismo si nuestro coche es el último modelo y lo usamos solo el fin de semana, que si tiene unos pocos años pero lo utilizamos todos los días.
La tranquilidad básica: seguros a terceros
Son el tipo de pólizas más sencillas y también las mínimas requeridas por ley para circular. Por eso se las conoce como seguros básicos. No cubren al vehículo ni al conductor contratante, pero sí los daños que puedan ocasionar a terceros. La mayoría incluyen también algunas coberturas adicionales. Por ejemplo, la asistencia en el viaje, defensa jurídica, responsabilidad civil por remolques y caravanas ligeros y seguro del conductor.
Ampliar la cobertura cuidando el bolsillo
Si queremos tener algunos beneficios adicionales, pero ser conservadores en cuanto al precio, conviene contratar un seguro a terceros ampliado. Este tipo de póliza permite añadir coberturas en función de las necesidades concretas de cada uno. Se trata de un punto intermedio interesante, ya que es más personalizado. Ofrecen asegurar algunos extras, ideales si el coche duerme en la calle o se le da mucho uso dado que permiten cubrirlo contra robo, incendio y rotura de lunas, entre otros servicios.
Para los más cuidadosos y exigentes
Aquellos que quieren dormir tranquilos y tienen un coche que requiere más cuidados pueden decantarse por los seguros a todo riesgo. Este tipo de pólizas suelen cubrir la mayoría de los siniestros, situaciones e incidencias que pueda tener el automóvil, comprendiendo, por supuesto, las de responsabilidad civil básica y ampliada. Se trata de seguros de coberturas y servicios mucho más completos para el conductor y su vehículo. Incluyen situaciones como daños al coche, aunque no exista un tercero involucrado. Del mismo modo, cubren siniestros causados tanto al automóvil como al conductor, independientemente de que este sea el causante. Además se pueden incluir servicios que resultan muy prácticos. Algunos ejemplos son la defensa ante multas o bien un vehículo de sustitución.
El todo riesgo también se adapta al bolsillo
Existen dos modalidades de este tipo de seguros y, según la que se elija, dependerá el valor de la prima. La opción con franquicia suele ser la más económica, pero no cubre todos los gastos que se ocasionan en los siniestros. Aquellos costes que sean inferiores a la cantidad fijada, deberán ser afrontados por el conductor. Por otro lado, están las pólizas sin franquicia. En ellas, todo corre por cuenta de la aseguradora, con independencia de las circunstancias. Otorgan tranquilidad total, ya que nos olvidamos de cualquier pago por siniestro, aunque, en este caso, su precio es más elevado.
Los especiales
Cada vez es más habitual encontrar coches eléctricos o híbridos. Por eso, algunas aseguradoras tienen opciones para aquellos que se preocupan por el medio ambiente. Existen pólizas que se adecúan a imprevistos adicionales típicos de estos coches, como la carga rápida que permite seguir circulando si se agota la batería. También ofrecen asistencia en carretera para acercarte al punto de carga más cercano.
Entonces ¿cómo elegir?
Al tomar la decisión es conveniente tener en cuenta algunas variables como el tipo de coche, su antigüedad, dónde lo estacionamos, qué uso le damos, el modelo y la cuota. En sus páginas web, las aseguradoras tienen calculadoras que permiten hacer comparativas para escoger el seguro más adecuado de acuerdo a estas variables. Por lo tanto, lo recomendable es evaluar las condiciones y buscar las mejores opciones que se ajusten a nuestro presupuesto. Porque así como cada persona es un mundo, también lo son sus necesidades.