Nada más salir de la cárcel los nueve indultados declararon sin matices ni excepciones que volverán a hacer lo mismo...
Nada más salir de la cárcel los nueve indultados declararon sin matices ni excepciones que volverán a hacer lo mismo: que proclamarán la independencia y la república catalana, tras exigir al sanchismo un referéndum de autodeterminación.
Ni una palabra de agradecimiento por beneficiarse de un indulto que hace borrón y cuenta nueva de su gravísimo delito de sedición contra el orden constitucional. Sin contemplación ni piedad los nueve indultados abofetearon a Pedro Sánchez reafirmándose en todo aquello que supone el choque entre el Estado y sus propósitos. Aún más, coincidieron de forma unánime en esta frase: “El Estado español deber ser condenado”. Pedro Sánchez ha permanecido mudo y genuflexo ante tanta desfachatez y ante tanta agresividad vejatoria.
En Moncloa aseguran que hay conversaciones enmascaradas y que en poco tiempo se verá como los secesionistas recogen velas y aceptan que se les reconduzca en los cauces constitucionales. La oposición piensa todo lo contrario. Pablo Casado cree que la baza oculta de Pedro Sánchez es el cambio de régimen y que del Rey abajo nos está engañando a todos. La posición de Pablo Casado no es una especulación. Está sedimentada en la trayectoria trilera del sanchismo. Pedro Sánchez se ha dejado abofetear sin rechistar porque sus objetivos son de largo alcance y piensa pasar acomodado en su poltrona monclovita unos años más de los que le quedan a la actual legislatura.
La oposición ha descarnado, y no solo en el Congreso de los Diputados, sino en muy diversos foros, la felonía sanchista de los indultos, la realidad de la posición de los indultados y la maniobra de largo alcance emprendida por Pedro Sánchez hacia el cambio de régimen.