El expresident acusa al presidente del Gobierno de querer hablar solo con los que le dan apoyo parlamentario.
El expresidente catalán, huído de la Justicia española, recientemente detenido en Cerdeña y al día siguiente puesto en libertad, Carles Puigdemont, ha ofrecido su primera rueda de prensa tras estos últimos acontecimientos. Lo ha hecho recordando que fue Pedro Sánchez quien "dijo públicamente que se comprometía" a conseguir su extradición a España. "Es una caza al hombre", ha denunciado, tras relatar que en el momento de su detención vio grabando a una "persona que sospechosamente no formaba parte" de la policía italiana. Según él, "está fuera de duda" que se trataba de una "operación coordinada, inspirada, por España".
Su idea, ha dicho, es "volver a Bruselas" el lunes para seguir su "actividad parlamentaria" como eurodiputado. Y ha señalado que su partido no participa de la "mesa de negociación" con el Gobierno porque Aragonès vetó su propuesta de nombres al ser tres de ellos externos al Govern. Eso sí, ha clarado que "ahora estamos dialogando, no estamos negociando".
"Una cosa es el diálogo, otra cosa son las negociaciones. De momento estoy viendo diálogo, pero no negociación", ha especificado para, de inmediato, remarcar que su formación "no está sentada en esta mesa porque no es aceptada" y que "puede dar la sensación que el Gobierno español solo quiera dialogar con quienes le dan apoyo parlamentario", en referencia a una ERC.
"Hay una parte importante del independentismo que el Estado español no quiere escuchar, parece como si el Estado español quisiera escuchar casualmente solo a aquella parte del independentismo que le da apoyo parlamentario", proclamó.
Eso por aso, ha alegado, que "probablemente el Gobierno tiene mucho interés en que yo sea detenido". De este modo, Puigdemont ha lanzado dardos a Sánchez y a Aragonès, aunque ha querido dejar claro, y lo ha dicho a modo de advertencia, que si él no habrá diálogo.
Por la mañana, tras reunirse con el alcalde de la ciudad ha defendido que "estoy acostumbrado a ser perseguido por España, pero el final siempre es lo mismo: soy libre y voy a continuar luchando".
Lo ha dicho en inglés y en catalán, pero se ha entendido que sus palabras son un toque de atención no solo a Sánchez, sino especialmente a Aragonès, y recogen el malestar de JxCat con el presidente catalán por haber rechazado su propuesta de nombres para la mesa de diálogo.
Tras haber "agradecido" a Aragonès el "esfuerzo" de viajar hasta Cerdeña para arroparlo, ha querido dejar claro que JxCat defenderá "lo que se ha firmado" en el pacto de legislatura con ERC, porque cumplirlo "es la única garantía de que haya estabilidad y futuro".
Antes, el actual presidente del Gobierno catalán, Pere Aragonès, y el vicepresidente, Jordi Puigneró, mostraban su apoyo viajando hasta la isla de Cerdeña y pidiendo la retirada de todas las órdenes de detención, el referéndum de autodeterminación y ha insistido en la idea de que el encarcelamiento de Puigdemont en Italia ha sido "una venganza del Estado".
Ha querido dejar claro que "la represión contra el movimiento independentista continúa" por lo que "es más necesario que nunca una amnistía para resolver esta situación de represión" y el "ejercicio del derecho a la autodeterminación mediante un referéndum de independencia".
Aragonès, que este viernes por la mañana tildaba de "venganza" la detención de Carles Puigdemont en Cerdeña, celebraba por la tarde que Puigdemont haya quedado en libertad sin medidas cautelares tras pasar una noche en la cárcel de Sassari, en la isla.