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POR LIBRE

¿Por qué en España apenas hay antivacunas?

Joaquín Vila
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directorelimparciales/8/8/20
domingo 16 de enero de 2022, 18:52h

Más del 90 por ciento de los españoles ya se ha vacunado contra el coronavirus. Por suerte, en nuestro país, solo un grupúsculo de alienados, pero ningún medio de comunicación serio ni ningún partido político, ha hecho campaña en contra de la medicación; ni siquiera Vox, aunque al final parece haberse arrepentido. Pero ya era tarde.

También ha sido decisivo que el líder antivacunas más destacado sea Miguel Bosé, un cantante que en su día tuvo cierto éxito con sus cabriolas, pero que ahora ha perdido la sensatez, como se ha comprobado en sus últimas apariciones. En nuestro país no hay ningún personaje relevante que haya propagado las teorías de los antivacunas. Solo un reducido grupo de fanáticos ha utilizado las redes sociales con burdas mentiras, como que las vacunas son un invento de Soros y Gates, entre otros, para asesinar a la entera población del mundo.

Pero el debate es estéril. Djokovic, por ejemplo, ha hecho el ridículo y ha perdido su batalla contra las autoridades australianas, que aunque han tardado más de la cuenta, han tomado la decisión acertada. No podían permitir que un jugador de tenis, a pesar de ser el número 1 del mundo, incumpliera las leyes de su país, uno de los que ha sufrido las restricciones más severas del mundo. El deportista serbio, además, mintió y falsificó la documentación para pasar la frontera.

La deportación del tenista provocará algunas manifestaciones de adhesión de los antivacunas. Pero hasta el más alelado de estos chiflados aprenderá la lección. Sin pasaporte covid, no se puede viajar, ni entrar en lugares públicos y, en algunos países, de momento Italia y Austria, ya es obligatoria la vacunación.

Djokovic pagará caro su desvarío y antes que después perderá la primera posición del ranking mundial. Pues tampoco podrá jugar en Wimbledon ni en el Abierto de Estados Unidos ni en Roland Garros, los otros tres grandes torneos. La chulería y la mala educación del tenista serbio vienen de lejos. Pero la pandemia le ha puesto en su sitio. En el mismo, que al resto de los ciudadanos en cuanto a cumplir las leyes.

Boris Johson también ha aprendido la lección. Su puesto como primer ministro británico corre un grave riesgo por organizar en plena pandemia “botellones” con sus amigotes en la propia sede del Gobierno, en Downing Street. El dirigente conservador ya se lució, como Trump, al negar el peligro del coronavirus, pero luego se contagió y se vio obligado a imponer duras restricciones en su país; unas restricciones que se ha saltado con una enorme ingenuidad y una inusitada torpeza.

En España, por suerte, no tenemos ni a Djokovic, ni a Johnson, ni a Trump. Por eso, la vacunación ha sido masiva. Y, por eso, aunque la sexta ola azota con fuerza, las hospitalizaciones y las muertes por coronavirus se han reducido. Y es que, si no depende de político alguno, la cultura de nuestra nación se impone ante las mentiras de los fanáticos.

Joaquín Vila

Director de EL IMPARCIAL

JOAQUÍN VILA es director de EL IMPARCIAL

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